Heriberto BLANCARTE L/Conaculta Oaxaca, México.- En ceremonia solemne realizada en la residencia del embajador de España, Manuel Alabart, el escritor mexicano Sergio Pitol fue condecorado con la Orden de Isabel La Católica en Grado de Encomienda, la noche de este lunes 20 junio. En el acto se distinguió también a Jesús Alejandro Cravioto Lebrija, secretario de Cultura del estado de Jalisco; José Ignacio Madrazo, diplomático y director general para Europa de la Secretaría de Relaciones Exteriores; José María Muría Rouret, historiador e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como María Elisa García Barragán, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.           El embajador Manuel Alabart, afirmó que la Orden de Isabel La Católica tiene como objetivo premiar a personas españolas y extranjeras que con su vida y obra contribuyen a enaltecer la cultura así como las relaciones de amistad con España y el resto de la comunidad internacional.           El escritor y traductor Sergio Pitol se mostró visiblemente emocionado al recibir el reconocimiento que le fue colocado por el embajador Manuel Alabart.           El también narrador Juan Villoro leyó en nombre de Sergio Pitol un texto de agradecimiento en el que afirmó que la antigua lengua latina tuvo un puñado de islas, entre ella el castellano que  desde sus albores encontró voces contundentes a través de la literatura.           “Con el Cantar del Mío Cid nuestra lengua entra por el camino real de la literatura, después vendría Alfonso Lizalde y el español medieval se acerca al humanismo. Isabel La Católica nunca imaginó lo que traería consigo el descubrimiento de Colón y en esta ceremonia la festejamos y nos festejamos al ingresar a la Orden que lleva su nombre”, afirmó en su texto Sergio Pitol, en voz de Juan Villoro.           Sergio Pitol refirió que los siglos XVI y XVII se enriquecieron de culturas diversas que ofrecieron al mundo escritores como Quevedo, Góngora, Manrique, San Juan de la Cruz, Calderón de la Barca y Tirso de Molina, así como Cervantes, al que calificó como un adelantado de su época.           “Las varias ramas del realismo, del romanticismo, el expresionismo, la literatura del absurdo, la nueva novela francesa y muchas otras corrientes literarias encuentran sus raíces en El Quijote, de Cervantes”, indicó en su texto Sergio Pitol.           El autor de El arte de la fuga indicó que el exilio español enriqueció de una manera notable la cultura mexicana y a las editoriales, las revistas, los suplementos culturales, el teatro, el cine, la ciencia, que  se vieron renovadas. Aquellos peregrinos, dijo, crearon una atmósfera intelectual mejor en la que  enseñaron a entender y a amar a la España que ellos representaban, ampliando los horizontes de los mexicanos.           “Nosotros estudiamos con pasión a los clásicos españoles por ser también nuestros, lo hacíamos con el mismo interés que leíamos las ediciones contemporáneas. De golpe, los exiliados nos descubrieron la grandeza de Galdós, para ellos después de Cervantes sólo estaba este novelista”, expuso quien también fue miembro del Servicio Exterior Mexicano.           En su texto, Sergio Pitol recordó a Octavio Paz cuando dedicó a Galdós su discurso al recibir el Premio Miguel de Cervantes de Literatura en Lengua Castellana 1981, y donde menciona la semejanza  del siglo XIX en España y México, la permanente guerra entre liberales y conservadores, confrontando fanatismo contra tolerancia e inquisición contra libertad.           “Por todas estas semejanzas y por ese pasado común, me complace y agradezco que en esta tarde se me imponga la Encomienda de la Orden de Isabel La católica”, concluyó Sergio Pitol en el texto leído por Juan Villoro.