Oaxaca, México.- En el marco del primer aniversario luctuoso del poeta Alí Chumacero, fallecido el 22 de octubre del 2010, se recordó al escritor y su legado este domingo al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes con la presencia de amigos, familiares y colaboradores. En el evento participaron los poetas y ensayistas Jaime Labastida, Emmanuel Carballo, José Francisco Conde Ortega, Vicente Quirarte y la secretaria de la Sociedad Alfonsina Internacional (SAI), Alicia Zendejas, moderados por el director del Fondo de Cultura Económica, Joaquín Díez-Canedo Flores, quienes tuvieron la oportunidad de entablar una amistad con el escritor originario de Acaponeta, Nayarit. El escritor Jaime Labastida recordó cómo conoció a Chumacero en 1959, en un momento en el que el poeta rondaba los cuarenta años, mientras que él aún no alcanzaba la mayoría de edad y apenas se iniciaba en la literatura. “Alí Chumacero vivió y murió con la sencillez y sin poses de literato ni actitudes de maestro, por eso estuvo siempre cerca de los jóvenes”. El poeta Emmanuel Carballo dio lectura a una carta dirigida a Chumacero, escrita en 1952, en la que le demuestra su profunda admiración por su trabajo y una entrevista publicada en septiembre de 1953 en la que Chumacero habló por primera vez de su poética y de la importancia de que el escritor de provincia establezca contacto con escritores de talla internacional durante su formación. “Es importante que el escritor sepa compaginar su mexicanidad con técnicas literarias más efectivas capaces de rescatar la realidad hacia campos de validez menos locales”, le dijo a Carballo en aquella entrevista. Durante su intervención, el poeta y cronista José Francisco Conde Ortega mencionó el buen humor que caracterizó al poeta a través de distintas anécdotas que provocaron las risas de los asistentes. “Alí Chumacero parece decirnos, como un Newton poético, que a todo infortunio corresponde una reacción de igual magnitud pero en sentido contrario”. Por su parte, el escritor Vicente Quirarte destacó la iniciativa de elaborar un libro que posiblemente lleve el título Dicen que dijo Alí, en el que se incluirían frases dichas por el poeta en diversas reuniones. “Alí Chumacero era inmortal no sólo por sus versos sino por el resplandor de su ánimo, el vigor de su persona, su avasallante presencia tan cotidiana que llegó a ser parte esencial de un vasto nosotros que se sabía invencible. “Fue poeta, uno de los más altos que dio el siglo XX. Arden las hipérboles porque él se encargó de consumarlas y aterrizarlas. Su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua ostenta el llano título Acerca del poeta y su mundo y en él ostenta valeroso y sincero que los poetas no son ciudadanos recomendables para disponer de algo más que de su conciencia, por eso fue tan libre”, afirmó Quirarte en el acto que contó con el apoyo del Conaculta a través de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes. El pasado 19 de octubre, Conaculta anunció la adquisición de la biblioteca de Alí Chumacero, integrada por libros, folletos y publicaciones periódicas, la cual se suma al proyecto Ciudad de los Libros. Alí Chumacero publicó su primera obra titulada Poemas de amorosa raíz en 1940, en el primer número de la revista Tierra nueva, además de colaborar en suplementos culturales como la Revista Mexicana de Cultura, México en la cultura y Cultura de México. Como editor se desarrolló en el Fondo de Cultura Económica, donde participó en las colecciones Breviarios, Lengua y Estudios Literarios, y Letras Mexicanas y fue editor de escritores como Alfonso Reyes, Mariano Azuela, Gilberto Owen, Juan Rulfo, Julio Torri, Efrén Hernández y Xavier Villaurrutia. Su poesía esta presente en los libros: Páramo de sueños (UNAM, 1944), Imágenes desterradas (Editorial Stylo, 1948) y Palabras en reposo (FCE, Letras Mexicanas, 1956)