Ciudadania Express
Jueves 30 de junio, 2011. 04:44 pm

Reflexionan sobre la presencia física en el fenómeno del teatro

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Heriberto BLANCARTE L/Conaculta Oaxaca, México.- Al desarrollar, dentro del programa académico del ciclo Erótika: las formas de Eros en el arte, el tema: El teatro como vehículo de sensualidad, Elizabeth Araiza Hernández, investigadora del Colegio de Michoacán, afirmó que a lo largo de las décadas el cuerpo de la mujer ha sido mostrado en los escenarios como un símbolo de sexualidad e icono estético. “En la década de los años veinte y treinta existen numerosos símbolos en el teatro en México donde a menudo se hace una exaltación del cuerpo de la mujer, lo cual coincide con diferentes corrientes artísticas como las artes plásticas y el cine que siguieron a la par este precepto”. En la mesa redonda, realizada en el auditorio del Museo Nacional de Arte y donde también participó Antonio Prieto Stambaugh, representante de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, Araiza afirmó que existen diversas representaciones en el hecho teatral mexicano del siglo XX y el movimiento muralista, donde a menudo la sensualidad tenía como principal representación a una mujer indígena desnuda. Recordó que en la vida real de las figuras emblemáticas del México de aquellos años la teatralidad y la sensualidad estuvo muy presente, como en el caso de Antonieta Rivas Mercado, quien se vinculó con José Vasconcelos y quien se suicidó de forma teatral en la catedral de Notre Dame, en París.          “Ella seguía las ideas de Vasconcelos sobre fundar una nueva concepción de arte nacional, liberando todos los sentidos de nuestras tradiciones. Él mismo decía que Antonieta tenía un tipo venusiano y sereno, con una piel que tenía el matiz de los gitanos, esta descripción nos habla de la manera como ella inspiró a uno de los hombres fundamentales de nuestra cultura”.          Como otro ejemplo del erotismo a través del teatro, Elizabeth Araiza mencionó a Lupe Vélez, quien en su opinión mostró los diversos niveles de erotización de los que hace uso la escena para captar los sentidos del espectador.          “El teatro basa parte de su fundamento en el uso del cuerpo del actor, mismo que crea la primera base de erotización. Un intérprete antes de verbalizar cualquier cosa, provoca algo en el público con la propia presencia, a este fenómeno Eugenio Barba lo llama el nivel pre expresivo”.          La especialista señaló que según la época y el entorno se han encontrado en la cultura humana diversos fenómenos de erotización, mismos que abarcan espectáculos que combinan el teatro y la danza o los diversos cuadros escénicos que se realizaban en las llamadas tandas que se escenificaban en teatros y carpas.          “Lo curioso es que este fenómeno se ha salido incluso de los escenarios, llegando  a nuestra vida cotidiana, donde todos los días realizamos una representación casi escénica de nuestras vidas, nos vestimos con determinados vestuarios y actuamos de cierta manera”.          Dijo que en las concepciones arcaicas se concebía al teatro como sólo aquello que tenía texto y una relación literaria con la dramaturgia, no obstante, con el paso de las décadas, los horizontes se fueron ampliando, mostrando la importancia de la imagen e incluso de la construcción de un trazo y una coreografía.          Afirmó que durante el siglo XX el principal soporte sensorial del teatro estaba sostenido por la presencia física de la mujer, quien a menudo potenciaba su atractivo con su voz.          “Curiosamente en esa época existía también mucha ambigüedad, pues la mayoría de las actrices no se mostraban desnudas, y sin embargo despertaban una sensualidad muy fuerte para el público. Antes de la primer mitad del siglo XX la sociedad en cierta manera vivía su propia sexualidad a través de ellas y las fantasías que despertaban.          Antonio Prieto Stambaugh, representante de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, recordó que en Europa el concepto del cuerpo politizado a través de la sensualidad comenzó a utilizarse durante el siglo XX en expresiones como el performance.          “Muchas veces hay un sentido de contra representación, contestatario y crítico en el que el cuerpo cobra otro significado en un escenario, curiosamente este fenómeno lo podemos apreciar también a menudo en el teatro”.          Dijo que en el caso del teatro, el performance y la corporalidad, existen muchos puntos en común entre Rusia y México, recordando a Meyerhold, quien propuso diversas técnicas de formación actoral.          “Meyerhold decía que el teatro debía reconocer el cuerpo del hombre como un símbolo de la sociedad que podía trabajar a favor de la revolución planteando una nueva corporalidad, de hecho el gran contemporáneo de este creador fue Stanislavski, pero estaba más inclinado al realismo”.          Dijo que en cierta forma el teatro de Meyerhold propone a un cuerpo u hombre máquina al servicio del proletariado; posteriormente, dijo, Benjamín Arteau  y Bertold Brecht plantearon nuevos conceptos que también revolucionaron la expresión escénica.          “Arteau hablaba del actor jeroglífico para despertar a la conciencia gangrenada con respecto al teatro, no obstante lo que más sorprende es que propuso como primera obra de este concepto la Conquista de México, incluso vino y convivió con los tarahumaras”.          Mencionó que a partir de los años sesenta las fronteras entre el teatro y otras expresiones se ha desdibujado paulatinamente, por lo que es necesario plantear nuevas formas para explicar los diversos fenómenos de expresión escénica.          “Hoy nos encontramos con diversas formas de expresión y de narrativas que a menudo se fusionan y crean lo que conocemos como transdisciplina, lo importante es reflexionar sobre el fenómeno que actualmente sigue vigente sobre una presencia física o un cuerpo que expresa algo a otros”.          “El teatro es un acto de vivo con un giro poético, hoy existen muchas críticas con respecto a que el teatro no puede ser sólo representación, por ello hay que tener en cuenta que el teatro es un punto de encuentro y habrá de abundar a futuro sobre su evolución de acuerdo a nuestra realidad
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