Ciudadania Express
Martes 26 de abril, 2011. 11:17 am

Rufino Tamayo presente en la muestra "pasión por el paisaje"

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  Oaxaca, México.- Las distintas formas de representar el paisaje, considerado primero un elemento decorativo y después convertido en un género artístico, a partir de los conocimientos que trajeron consigo los artistas europeos, se presentan a través de la exposición Horizontes. Pasión por el paisaje, integrada por 54 obras de los siglos XIX y XX, entre óleos, acuarelas y dibujos de artistas mexicanos y extranjeros. La muestra, que se presenta en el Museo de El Carmen, donde continuará en exhibición hasta el 26 de junio, es resultado de la colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y la empresa financiera ING, a la cual pertenece esta colección plástica que reúne obras de autores como José María Velasco, Gerardo Murillo “Dr. Atl”, Joaquín Clausell, Johann Moritz Rugendas, Paul Fischer, Raúl Anguiano, Alfredo Zalce, Rosario Cabrera, Luis Nishizawa y Rufino Tamayo. Divida en dos apartados, la exposición presenta por un lado la pintura de paisaje creada durante el siglo XIX, con marcada influencia de los creadores europeos; por el otro, la que surgió en el siglo XX, con artistas que renovaron el concepto académico y produjeron obras con mayor soltura y libertad. Consuelo Fernández, curadora de la muestra, comentó que esta primera parte, titulada El paisaje como certidumbre, exhibe piezas de artistas viajeros, como Johann Moritz Rugendas y Paul Fischer, quienes después de la Independencia y durante el siglo XIX viajaban a México atraídos por los escritos del científico alemán Alexander Von Humboldt. “Con los artistas viajeros comenzó el género de la pintura de paisaje al aire libre, hacen grandes expediciones por el país y dejan un valioso testimonio de lo que era México en ese periodo. De Paul Fischer, por ejemplo, se presenta una acuarela del Canal de la Viga, que comunicaba Xochimilco con La Merced, en la antigua ciudad de México”. Detalló que desde 1783, con la creación de la Real Academia de las Tres Nobles Artes, comenzaron a llegar a México artistas europeos; ya en pleno siglo XIX arribó el profesor de paisaje Eugenio Landesio, quien tuvo entre sus mejores alumnos a José María Velasco, considerado uno de los más notables pintores de su tiempo y quien incluso —se decía— superó en grande al maestro. “La pintura de los autores nacionales se basaba mucho en el modelo europeo; surgieron los grandes artistas como Félix Parra, José María Velasco, y también aparecieron nuevas tendencias como la de Joaquín Clausell, quien con una pincelada diferente a la de los demás, y que representaba una visión muy personal del impresionismo. A pesar de que en México no se dio este movimiento como tal, en la obra de Clausell se reflejaba un impresionismo muy fino y detallado, aunque no tan brillante y fastuoso como el de los pintores europeos”. Consuelo Fernández apuntó que en la segunda parte de la muestra, denominada El paisaje como indagación, se observa la transformación de la pintura y su rompimiento con los cánones de la academia. “Es cuando surgen las escuelas de pintura al aire libre, a iniciativa de Alfredo Ramos Martínez, siendo Rosario Cabrera una de sus discípulas más brillantes y renovadora del lenguaje pictórico”. Así mismo, se dio la incursión de Gerardo Murillo “Dr. Atl” en el escenario de la plástica, cuya obra se caracteriza por su simbolismo. “A partir de sus estudios de vulcanología, incorpora en sus cuadros una perspectiva curvilínea que les confiere mayor dimensión. Otra de sus peculiaridades es el uso de los ‘atl colors’ —una mezcla de cera, resina y petróleo con el óleo—, con los que logra una pintura muy llamativa”. Horizontes. Pasión por el paisaje también incluye obra de Luis Nishizawa, características por paisajes de gran colorido que revelan su dominio de la acuarela. Además hay una obra de Rufino Tamayo titulada Calvario de Oaxaca (1921), de estilo posimpresionista, y una más de Guillermo Meza que aborda el tema de la dualidad a través de un cuadro de gran formato en el que se aprecian un par de magueyes, uno vivo y otro muerto, en medio de un paisaje irreal, cubierto de nieve. “La pintura de paisaje marca un periodo importante en la historia del arte mexicano.  El territorio es parte de la identidad y por eso los artistas retoman el tema con gran interés y lo convierten en un género artístico que trasciende su carácter decorativo”, aseveró Consuelo Fernández. Esta exposición junto con la que se exhibió el año pasado en este mismo museo, con el título Rostros y tradiciones de México, han itinerado por diversos recintos culturales de ciudades como Veracruz, Ensenada, Mexicali, Torreón, Chihuahua, Guadalajara y el Museo Dolores Olmedo, DF. Con el interés de ampliar la difusión de su acervo, constituido por más de 370 obras, la empresa ING creó el sitio web www.museovirtualing.com.mx, en el cual abrirá una nueva sección en su llamado “museo virtual”, que estará integrada por diez grabados de José Guadalupe Posada, nueve obras anónimas del siglo XVIII y una colección de 26 máscaras. Horizontes. Pasión por el paisaje continuará en exhibición hasta el 26 de junio en el Museo de El Carmen, ubicado en avenida Revolución número 4, colonia San Ángel, de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. Costo de admisión: 41 pesos. Entrada gratuita para maestros y estudiantes con credencial vigente, personas de la tercera edad y niños menores de 12 años.
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