Ciudadania Express
Lunes 14 de noviembre, 2011. 09:30 am

Sin Derecho a Fianza/ Cadenas y mentiras en internet

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Juan Manuel ALEGRÍA Oaxaca. México. Cuando era niño, dos o tres veces, observé a mis hermanas mayores, muy afanosas en copiar unas cartas, en donde se decía que era una cadena de una virgen y que: ¡ay de aquel que no hiciera 15 copias y las distribuyera!, porque le caería una maldición como la del hijo del presidente del Brasil quien rompió la cadena y murió trágicamente; en cambio, fulano, quien sí cumplió, ganó la lotería (supongo que sin comprar boleto). Por esas épocas, un día, antes de entrar a la escuela, ya sabíamos que unos gringos andaban “esterilizando” a los niños. A media mañana las clases se suspendieron, nadie pudo salir hasta que los familiares adultos pudieron venir por nosotros. Poco después mi padre contaba divertido que, en esa mañana, se había encontrado con la mamá del “Pulga”, una muy robusta mujer de origen juchiteco, con dos ladrillos en las manos. Al inquirir para qué era eso, ella contestó: —¡Voy a dar su madre esos gringos! Huelga decir que los gringos estaban más preocupados por inmiscuirse en la guerra árabe-israelí o en los conflictos armados en América Central que en la fertilidad de los niños de Matías Romero. Años después, si alguien lo traía en remembranza, no podía dejarse de aludir a la ignorancia que prevalecía en esos años setenta. Sin embargo, hace relativamente poco tiempo, cierta gente ha revivido esas cadenas y rumores, ahora por la internet, mejorando el contenido y aumentando cada día su lista de ignorantes seguidores. Se entiende que en nuestro estado, que se halla en último lugar en educación, la gente crea todo lo que le dicen, pero, es  asombroso que también caigan en el garlito personas que asistieron a la Universidad, y no precisamente a la UABJO. El principal objetivo de esa cadenas, es conseguir direcciones de correos para venderlas a los interesados en ofrecer sus productos (aquí los ayudamos mucho porque la mayoría no reenvía con copia oculta —CCP—); lo hacen también para alarmar a la población, para hacer proselitismo religioso o político, para congestionar los servidores, etcétera. Los Spammers, son gente que se dedica a enviar ese correo basura, que contiene publicidad que les producen ganancias con las direcciones que inocentemente hemos enviado. A esas bromas, mentiras, cuentos o avisos catastróficos, se les cataloga como Hoax (engaño, broma, bulo). Es un intento de hacer creer a un grupo de personas que algo falso es real. Los hoaxes se reconocen porque piden que se reenvíen a todos los contactos y amenazan con grandes desgracias si no se hace. No llevan firma, aunque muchos invocan nombres de grandes compañías (hubo unos muy populares supuestamente enviados por Yahoo y por Hotmail de que estas empresas cerrarían). Hay los que te tientan con hacerte millonario con sólo reenviar el mensaje o que apelan a la sensibilidad invocando supuestos niños enfermos (con estupideces como que, por cada vez que lo reenvíes, tal hospital o fundación entregará unos centavos de dólar al enfermito; cuando perdería mucho más el hospital rastreando cada mensaje)  o los que repiten el esquema de las viejas cadenas que se enviaban por correo postal como lo que mencioné al principio. Los hoaxes se pueden catalogar en: Alertas sobre virus incurables; los de temática religiosa; Cadenas de solidaridad y de la suerte; Leyendas urbanas; Métodos para hacerse millonario, entre otros. Es muy fácil percatarse si un correo es un hoax. Basta copiar una frase y “pegarla” en Google. Aparecerán una serie de entradas donde se habla de ello. Muchos son blogs de inocentes que también están “alertando”. Con un poco de paciencia encontraremos si esa niña está perdida realmente, si Hotmail va a cerrar, si ese virus existe, si es cierto que se comen a los fetos en China,  si salvamos la vida al toser en un infarto o si le palpita el corazón a la imagen de la virgen de Guadalupe. De cuando en cuando, daremos a conocer aquí, algunos de esos mensajes con mentiras. Todo lo expuesto se puede corroborar por internet. Agujas con SIDA o  Hepatitis Hace tiempo circuló por la red un mensaje que asustó a  mucha gente: Algunos locos dejaban en los asientos de los cines o en los auriculares de teléfonos públicos agujas infectadas con el virus del Sida o de Hepatitis. Para darle credibilidad a su rumor, se señalaba que era Telmex quien alertaba: “Cuidado. Revisen su silla por favor cuando van al cine. Un incidente ocurrió cuando una amiga de un trabajador de Femsa, fue al cine y se  sentó en una silla, ella sintió que algo la estaba pinchando. Se levantó para ver que había sido y vio una aguja con una nota adjunta que decía ‘Bienvenida al mundo real, ya eres VIH Positivo’. Efectivamente, al ir al doctor le hicieron un análisis a la aguja y resultó VIH positivo […]” Nada nuevo hay bajo el sol El tema es viejo. En los años ’30, en New Orleans circuló el rumor llamado “El hombre de la jeringa”.  Se decía que en el cine, dos tratantes de blancas, cercaban a jóvenes solas, les inyectaban morfina y las secuestraban. Se advertía a las chicas que no se sentaran a mitad de la fila “porque pueden rodearte, siéntate siempre en la orilla, junto al pasillo”. La lógica indica que es más fácil llevarse a una chica de la orilla. Otra versión era que los secuestradores que drogaban a las muchachas eran estudiantes de medicina que buscaban material de estudio, que luego envenenaban a su víctima para entregarla donde usaban el cadáver para disección. Más cerca a nosotros en el tiempo, tres casos, al parecer, sirven para crear esos rumores: 1989, en Nueva York, varias chicas negras fueron detenidas por  pinchar en el cuello a jóvenes blancas que pasaban por la calle.  Los medios amarillistas, sin fundamento, publicaron que las agujas estaban contaminadas con virus del Sida. No se encontró evidencia de contaminación o enfermedad. Las adolescentes declararon que lo hacían solo por divertirse al ver la reacción de las “inyectadas”. Un año después, también en Nueva York,  un sujeto aterrorizó durante tres semanas a las mujeres al pincharlas con una especie de lanza-dardos “hechizo”. Al ser detenido declaró que era inmoral traer la falda corta, por lo que agredía a las mujeres como castigo. En ese mismo año, 1990, en la capital de Australia, en la cárcel de Sydeny’s Long  Bay, Graham Farlow, un recluso seropositivo, quien moriría un año después,  atacó con una jeringa con su sangre al guardia Gary Pearce. A pesar de los esfuerzos por esterilizar la herida, dos meses después el policía resultó infectado. Murió el 30 de agosto de 1997 por enfermedad asociada al Sida. Los mexicanos le aumentamos Ya saben, siempre hay quien le pone de su cosecha. A partir de ahí, surgen versiones de lo que le pasó al “primo de un amigo”, al “amigo de mi jefe”, al “hermano de mi cuñada” y ya no era USA, sino cualquier otro país del continente o  estado de nuestra república. Por 1998 en USA, en los clubes y raves circuló el rumor de que jóvenes irresponsables, que no dudan en tener sexo ocasional acordado en un antro, al final, despertaban con una  leyenda: “Bienvenido a la realidad. Ahora tienes SIDA”. Este rumor provocó algunos clubes nocturnos vieran reducida su clientela hasta un 50 por ciento. Un rumor semejante corrió en México. Este correo, originado en USA,  fue conocido, según fuera hombre o mujer, como “AIDS Mary” o “AIDS Harry”. También pudo servir para el rumor, la película Via Appia de 1992, que dirigió Jochen Hick, cuyo argumento trata del viaje de un aeromozo alemán, quien en Río de Janeiro busca a  “Mario”, mismo que, luego de un encuentro sexual le deja el mensaje “Welcome to the AIDS club“. De USA para  el mundo El correo que nos ocupa, al parecer se originó en Dallas, Texas, por 1998. Ahí, involucran al Centers for Disease  Control (CDC. Centro de Control de Enfermedades) de Atlanta, indicando falsamente que el CDC “Reporta que eventos similares han tenido lugar en muchas otras ciudades recientemente. Todas las agujas analizadas han salido positivas para HIV.” Aunque así fuera (que no fue), lo cierto es que el virus del Sida solo sobrevive unos cuantos minutos fuera del cuerpo humano. El 26 de febrero de 1999 esta información fue desmentida por la policía en el diario Dallas Morning News y a pesar de ello, la policía recibió un promedio de diez llamadas al día referentes al rumor. En Marzo (1999) el Centers for Disease  Control de Atlanta declaró que el riesgo de trasmisión por esa vía  es extremadamente bajo: “Algunos reportes han indicado falsamente que el CDC ‘Ha confirmado’ la presencia de HIV en las agujas. El CDC no ha analizado tales agujas ni el CDC ha confirmado la presencia o ausencia de HIV en ninguna muestra relacionada con esos rumores.”. De cualquier manera, no está de más cerciorarse de que el asiento del cine esté libre de objetos; no por el Sida,  sino porque es doloroso clavarse una aguja de acero.
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