Lilia TORRENTERA G. Oaxaca, México.-  Se extrañó con gran tristeza la voz inconfundible y sello personal del Teatro Juárez, y es que Roberto Gómez ya no llegaría más a su jornada laboral de todos los días, pero sí para ser despedido entre aplausos y palabras de reconocimiento de la comunidad artística de Oaxaca. Con un teatro repleto, Roberto y el joven ingeniero de iluminación Emmanuel Ruiz Santiago, llegaron por última vez al que fue su centro de trabajo, ausentes físicamente, pero presentes en el recuerdo de todos los que tuvimos el privilegio de contar con su amistad. Así en  silencio y con los asistentes de pie, los dos féretros fueron instalados en el escenario  principal, que esta ocasión, fue adornado con  bellas coronas de flores en vivos colores que recordaban el optimismo y alegría que regalaba Roberto en su diaria faena desde el saludo matutino al personal, la definición de actividades, las reuniones de trabajo, el trato con los músicos, actores, actrices, bailarinas, bailarines o cantantes o dando las instrucciones para que técnicamente todo estuviera listo para el éxito de cada espectáculo en su teatro. Desde este martes, en el teatro Juárez esa rutina ya no será igual, sin  la voz de Roberto en el anuncio de la primera, segunda y tercera llamada o el recibimiento al público con sonrisa amable  ni en las luces  que Emmanuel ponía en juego para iluminar el escenario que ponían el brillo en cada función. Aun así, tanto sus compañeros de trabajo junto por la directora del Teatro Juárez, Amineh Habib Benítez, como el Secretario de las Culturas y las Artes, Andrés Webster Henestrosa, además de la mayor parte de la comunidad artística les rindieron el sentido homenaje. Pero este homenaje no fue solo para darles el último adiós, sino también para mostrarles a los familiares de Roberto y Emmanuel, el cariño y respeto que se les profesaba a manera de bálsamo por su pérdida. Directores de teatro como Rolando Beattie y Pedro Lemus, o Wagive Turcott, Paulina Fuertes, Lucina Rojas y Fortino Torrentera en representación de los reporteros de la fuente cultural y otros tantos amigos,  hicieron uso del micrófono para agradecer a Roberto y Emmanuel, el gran hecho de haberles dado su amistad al margen de la entrega que pusieron para que cada artista o grupo que se presentó en el teatro, logrará el éxito esperado. Fue Alberto Revilla quien con música agradeció a sus dos amigos todo el apoyo recibido cuando el 11 y 12 de marzo pasado presentó su espectáculo Anaphopia. La misma tristeza se vio en los integrantes del grupo  “Los Faranduleros”,  que tuvieron la suerte de celebrar junto a Roberto y Emmanuel el quinto aniversario del Teatro Juárez con la puesta en escena de Rosa de dos aromas de Emilio Carballido,  apenas el sábado 19 de marzo. Para quienes desfilaron por el teatro Juárez desde artistas y público así para los reporteros y reporteras que  cubren la fuente cultural, la ausencia de Roberto Gómez va a pesar mucho. Sin embargo, aunque  Roberto y Emmanuel, se fueron de lo terreno a causa de un lamentable accidente automovilístico, su espiritualidad  deambulará siempre por su teatro Juárez. Con mis más sentidas condolencias para Judith y sus dos hijos así como para la familia de Emmanuel.