Oaxaca, México.- El diputado Flavio Sosa Villavicencio demandó este jueves al secretario de Desarrollo Social y Humano, Gerardo Albino González, un viraje drástico en la política social y dejar las acciones “de fachada” pues, dados los índices de pobreza, la violencia social “nos aguarda a la vuelta de la esquina”.
[caption id="attachment_116590" align="alignleft" width="199" caption="Foto: www.50mm.mx"]
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Durante la comparecencia del funcionario ante la LXI Legislatura del Congreso del Estado, el diputado del Partido del Trabajo advirtió sobre el grave riesgo que vive Oaxaca frente al entrelazamiento de las crisis social y económica; urgió a transformar de fondo la política social, y a ejecutarla de manera agresiva.
En el contexto de la glosa del Primer Informe de Gobierno, el legislador también exigió de Albino González el compromiso de vigilar que los recursos públicos que el próximo año ejercerá la dependencia a su cargo no sean utilizados en las campañas proselitistas de ningún político.
Demandó el compromiso de que la Secretaría no será bastión del ex gobernador Diódoro Carrasco, quien “anda desatado” en su búsqueda de ser senador de la República y pregona tener el control de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedesoh), contar con su hermano en la de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca y ser muy influyente en el gabinete.
“El Congreso estará vigilante” de que no se desvíen fondos públicos de la Sedesoh en campañas electorales, ni de Diódoro Carrasco ni de cualquier otro candidato, advirtió.
En otro orden, al glosar sobre el Informe de Gobierno, Flavio Sosa observó que en el eje “Combate a la pobreza” se incluye un programa de mejoramiento de fachadas, por lo que de manera irónica cuestionó acerca de cuántas fachadas se han mejorado para impactar en el desarrollo social de las y los oaxaqueños, dado que 67 por ciento de la población permanece en situación de pobreza.
“¿Cuántas fachadas es necesario mejorar todavía para remontar estos terribles índices? ¿O de qué manera debemos interpretar lo expuesto en el Informe, si no como una broma siniestra sobre la trágica miseria oaxaqueña?”, cuestionó, y recordó al funcionario: “¡No es usted regidor de imagen urbana!”
“No podemos permitirle mejorar fachadas cuando la pobreza de Oaxaca alcanza niveles trágicos; no podemos permitirle mejorar con palabras la fachada del sistema caciquil que durante el último siglo dejó a la mayoría de la población en condiciones similares a las que prevalecían antes de la Revolución”, expresó.
Mencionó las últimas cifras oficiales, según las cuales dos millones 566 mil 157 oaxaqueños --67.4 por ciento de la población-- están en la pobreza, de las cuales un millón 135 mil 230 --29.8 por ciento-- sobreviven en la pobreza extrema y un millón 430 mil 927 personas --37.6 por ciento-- en la llamada “pobreza moderada”.
En ese sentido, Flavio Sosa criticó que las acciones para el bienestar social de la población se ejecuten como reacción a la conflictividad social, “como ha sucedido hasta ahora, y como queda claramente ejemplificado con la reciente visita de las Brigadas Bienestar a la región chimalapa”.
Pidió asimismo dejar atrás el asistencialismo y exigió un cambio radical en la política social, para evitar que se trate la pobreza con paliativos, y en cambio establecer medidas de fondo que lleven al desarrollo social y humano basado en un crecimiento generado a partir de las propias comunidades.
“Necesitamos que la nueva administración se convierta en una nueva forma de gobierno, que implique una nueva visión sobre su quehacer y su relación con los gobernados” y “una necesaria, urgente, nueva perspectiva sobre nuestra sociedad, su futuro y las vías para construirlo”, expuso.
“¡No es usted presidente del DIF, señor secretario!”, espetó Flavio Sosa a Gerardo Albino, al reclamarle que la dependencia a su cargo realice centralmente acciones asistenciales, cuando su obligación es lograr el desarrollo, planificado de manera participativa y democrática con las propias comunidades beneficiarias.
La nueva política social, agregó, tiene que estar basada en la participación activa y comunitaria de la ciudadanía, por lo que “no podemos tolerar más de las supuestas políticas para erradicar la pobreza que estén realmente destinadas a mantener con alfileres la precaria gobernabilidad de nuestro estado”.
Llamó la atención a que el Informe habla del programa “Combate a la Pobreza, la Desigualdad y la Marginación”, que habría recibido 49.44 por ciento del eje “Combate a la pobreza” --cerca de cinco mil quinientos millones de pesos--, pero no se dice en qué consistió el programa y en qué fueron ejercidos esos recursos.
En el Informe, agregó, se habla de las Brigadas Bienestar, que brindan servicios del Registro Civil, de la Secretaría de Salud, de la Procuraduría para la Defensa del Indígena y el DIF; “¿cuáles han sido entonces, señor secretario, las acciones de la dependencia a su cargo dirigidas a combatir la pobreza?”, cuestionó.
Acerca del Programa de Impulso a las Jefas de Familia Desempleadas, Flavio Sosa cuestionó que el Informe de Gobierno señale “estimamos apoyar a 3 mil 480 jefas de familia…”, pero no dice cuántas fueron apoyadas, ni en cuánto tiempo se piensa llegar a esa meta.
“¿En cuánto tiempo, señor secretario, si de acuerdo con el sitio web de su dependencia, hasta el día 4 de este mismo mes las beneficiarias eran apenas 194? ¿No observaron desde un principio que éste era un programa totalmente ajeno a la realidad y a las necesidades de Oaxaca?”, interrogó.
Preguntó también cuántos más programas “importados, como éste” --dado que es idéntico a uno desarrollado por el Gobierno del Distrito Federal--, o cuántos años con ellos necesita Oaxaca para salir de los primeros lugares nacionales de pobreza y marginación, “de 194 en 194 personas”.
Finalmente, cuestionó cuánto dinero dejará sin ejercer la dependencia a su cargo, o en qué aplicará lo no ejercido en los programas previstos.
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Durante la comparecencia del funcionario ante la LXI Legislatura del Congreso del Estado, el diputado del Partido del Trabajo advirtió sobre el grave riesgo que vive Oaxaca frente al entrelazamiento de las crisis social y económica; urgió a transformar de fondo la política social, y a ejecutarla de manera agresiva.
