Javier RODRÍGUEZ A/Conaculta
Oaxaca, México.- El mundo de la poesía, el cuento y el cine ha perdido a uno de sus más relevantes creadores latinoamericanos: Eliseo Alberto, coincidieron en señalar sus amigos y colegas, al asistir a los funerales del escritor de origen cubano.
Eliseo Alberto, quien tenía 59 años, murió la mañana de este domingo a causa de complicaciones respiratorias, luego de que el 18 de julio se le practicara un trasplante de riñón.

Después de ser velados, sus restos serán cremados este lunes y posteriormente sus cenizas se trasladarán a la isla caribeña.
Uno de los amigos más cercanos de
Lichi, como le decían sus allegados, es Rubén Cortés Fernández, quien consideró que su muerte es una gran pérdida para la literatura de Cuba y del resto de América Latina.
“Su obra en prosa es muy importante, tanto que a muchos se les olvida que en sus textos había poesía, pues pocos autores manejaron con tan sutil belleza la metáfora, no solamente en sus novelas, sino en sus ensayos.
“En dichos textos, al lector le quedaba claro que no era alguien pretensioso, a pesar de su importancia como escritor era capaz de prolongar una sobremesa hasta la noche y preparar a sus invitados la comida… era alguien muy sencillo, con un gran talento”.
Cortés Fernández detalló que hasta sus últimos días mantuvo una relación muy cercana con el fallecido autor, con quien platicaba casi a diario. Conversaciones que sólo fueron interrumpidas por la enfermedad.
“De algo estoy seguro, a partir de este momento una parte de su nombre se pasea por la Habana, y otra, es muy probable que este aquí, en México. No sé si habrá homenajes, pero lo mejor es invitar a todos a leer su obra… lo voy a extrañar”.
En su oportunidad, el también escritor Manuel Pereyra comentó que Eliseo Alberto es un icono de la literatura latinoamericana. Sobre todo por su libro
Informe contra mí mismo, título que parafrasea al célebre poema
Canto a mí mismo, de Walt Whitman. Libro en el que, por encargo de las autoridades cubanas, el autor rinde información sobre su propia familia.
“Esa obra es muy importante para los de su generación, entre los que me encuentro, claro. Porque lo que hizo
Lichi es criticar los acontecimientos de su época, los cuestionó. Fue algo muy valiente, muy honesto, y por eso digo que es un hito.
“Fue un gran fabulador que a veces exageraba lo que decía, como todo buen discípulo de Gabriel García Márquez, a quien reconocía como un referencia indiscutible; su línea de trabajo era exagerada, la cual constituye el núcleo de su literatura, para así crear un universo propio y abordar temas muy diversos”.
Cabe recordar que sobre
Informe contra mí mismo, el propio Eliseo Alberto comentó que “es un libro a favor de lo que amo: mi familia, los amigos, la isla entera. No me propuse una memoria de la historia sino una primera historia de mi memoria. Siendo preciso: la emocionante memoria de los míos.
“Sobre la experiencia de la Revolución cubana se ha debatido casi siempre en defensa de posiciones extremas. A quemarropa. La razón dicta. La pasión ciega. Sólo la emoción conmueve, porque la emoción es, a fin de cuentas, la única razón de la pasión”.
Además de los mencionados autores, dieron el último adiós a Eliseo Alberto de Diego: Rafael Pérez Gay, Javier García-Galiano, Diego García Elio, Manuel Pereyra, Israel Maldonado y Maruchy Behmaras.
Lichi recibió el premio Alfaguara de Novela en 1998 por su libro
Caracol Beach. En el texto, se plantea la historia de Beto Milanés, emigrante de origen cubano quien un sábado sale a buscar a alguien que lo mate.
Al frente de la comisaría está un sargento calvo y obeso, que ha decidido pedirle perdón a su único hijo, Mandy, un travestí que vive con un modista armenio.
El fantasma de una pianista vuela de un lado a otro, como una mariposa nocturna, tratando de salvar a su hija. Un oscuro profesor de literatura se pasa la noche en un bar, conversando con la mujer más linda del mundo.
Los orishas africanos descienden del Olimpo y acuden a la cita son sus tambores. Tres muchachos han ido por cerveza a un supermercado para seguir la fiesta, y se cruzan en la autopista con el cubano que quiere una tumba.
Ha estado lloviendo, hay luna, alguien ha descerebrado a un perro contra un muro.