Oaxaca, México.- Adiós pata de perro”, se leía en una pequeña lona colocada a un lado del féretro del fotógrafo mexicano Héctor García (1923-2012), en donde también se observaba una imagen en la que parecía esbozar una leve sonrisa.
Colegas, amigos y familiares reunidos en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas la tarde y noche de ayer sábado 2 de junio, día en que falleció el fotógrafo del periodismo mexicano, lo recordaron como un hombre con un gran sentido del humor, además de culto, inteligente y emprendedor.
“Hay que recordarlo como él era, con una sonrisa enorme, con un gusto por la vida. Nos enseñó a vivir la vida no frívolamente sino intensamente dando una aportación a la sociedad a partir de lo que él creyó. No cualquier fotógrafo lo hace porque él tuvo una gran cultura, una gran convicción definida” comentó Enrique Villaseñor, responsable del diseño arquitectónico de la Galería-Fundación Héctor García.
El fotógrafo Antonio Caballero, quien se convirtió en su alumno y asistente a la edad de 13 años, destacó su bondad y grata personalidad. “Héctor siempre fue muy amigable, muy abierto, uno se divertía mucho trabajando con él, me enseñó diferentes técnicas, hacer químicos, cubrir ordenes del día… Era un hombre que tenía la cámara siempre lista. Siempre dije que tenía ojo de lince porque captaba los momentos increíbles”.
Para Paulina Lavista, Héctor García influyó en su decisión de convertirse en fotógrafa gracias a sus célebres imágenes y la forma en que se enfrentaba a la realidad.
“Ha muerto un fotógrafo de la verdad, es decir, un fotógrafo que no utilizó ningún truco, que su fotografía representa un reflejo de la vida cotidiana, de la vida de los pobres, de la vida de los ricos, de la vida de los artistas. Su registro de la vida de la ciudad de México a partir de la década de los cincuenta a los ochenta y hasta los noventa es muy importante, es el fotógrafo que tiene los retratos de Octavio Paz joven, de Arreola joven y que no pretendió una cuestión estilística o paisajista, él fue siempre muy fiel al oficio de la fotografía y lo que intrínsecamente es”.
Mientras que el fotógrafo documental Marco Antonio Cruz dijo: “A la pobreza la retrató desde adentro, no fue un intruso, él sentía las cosas, las palpaba y gracias a eso tuvo la sensibilidad para retratar a esa gente. Fue un personaje que creó sus propios mitos, sus historias, era increíble escucharlo hablar porque empezaba a hablar de fotografía y terminaba con los griegos y cómo engarzaba los relatos sobre la historia por medio de la fotografía”.
Alejandro Castellanos, director del Centro de la Imagen, recordó una exposición que se realizó en ese recinto y un número monográfico de Luna Córnea dedicado a él, para celebrar sus 80 años de vida.
“Él estuvo muy satisfecho de esto porque finalmente era una manera de recuperar una parte muy amplia y diversa de su archivo… creo que afortunadamente trabajamos con él a tiempo y estuvimos cerca de su proyecto, de organizar su archivo y ahora se pueden hacer muchísimos otros trabajos”.
Más de un millón de negativos aún por digitalizar
“Hace muchos años me dijo que cuando se muriera quería que lo enterramos de pie en un panteón de Xochimilco y con una ventanita en el ataúd, para que pudiera seguir viendo la ciudad, pero no podremos cumplirle ese deseo”, recordó María García, viuda del fotógrafo.
Explicó que falta realizar dos bóvedas en la Galería-Fundación para resguardar las fotografías y negativos, ya que hasta el momento se han digitalizado cuatro mil negativos y aún faltan más de un millón en blanco y negro, color y transparencias que trabajó durante más de 60 años.
“Se conoce el uno por ciento de su material, hay imágenes de marchas, conflictos, artistas, pintores, cine, de todo, construcciones de carreteras, trabajos de Europa, Japón y Latinoamérica”.
Por su parte, su hijo Héctor García destacó que se lleva de su padre el amor a la fotografía y una responsabilidad muy fuerte.
“Me enseñó a amar las cosas, a trabajar, dedicarles una pasión y encontrarle valores. Era una persona muy inteligente, muy capaz, alguien que siempre lograba sus metas, fue un fotógrafo pionero en trabajar para él, en lo que a él le gustaba y quería hacer.
“Sigo viendo fotos de mi papá y me siguen impactando, es increíble esa capacidad que tenía para observar las cosas y sintetizar en una imagen todo. Hizo trabajos de todo tipo, hizo fotos de cabarets y de repente fue fotógrafo de presidentes, tiene un panorama muy amplio en todas las ramas, no se dedicó a algo en específico y en todo tenía capacidad de resaltar”.
El célebre fotógrafo Héctor García recibirá hoy domingo 3 de junio un homenaje de cuerpo presente a las 12:00 en el Palacio de Bellas Artes, después sus restos serán cremados y descansarán en la Galería-Fundación Héctor García, ubicada en Cumbres de Maltrata 581, entre Isabel la Católica y Eje 5, colonia 2da del Periodista.