Destacan legado deJoaquín Gutiérrez Heras en el cine

Oaxaca, México.- Con el título Conferencia Joaquín Gutiérrez Heras: arquitecto, músico, compositor, cinéfilo, maestro, amigo, Juan Arturo Brennan ofreció, este 20 de junio de 2012, una charla sobre el artista en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, como parte de las actividades del XXXIV Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez.

En la presentación, el especialista y crítico de música resaltó que el trabajo de Gutiérrez Heras fue vital para la incorporación del lenguaje sonoro en el cine mexicano, al tiempo que generó interesantes aportes a la música de concierto en un contexto en el que el nacionalismo dominaba toda la producción artística del país.

Brennan destacó que cuando estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), en la primera generación de esa escuela, a mediados de los años setenta, tuvo la suerte de tomar un curso de apreciación musical con Gutiérrez Heras, quien intentó llevar el uso de las composiciones sonoras a un nivel narrativo complejo.

A partir de esa experiencia, ambos comenzaron una amistad que se prolongó hasta la muerte del compositor y en la cual pudo comprobar continuamente el genio que poseía como creador y la profundidad de sus ideas, así como del gran valor que tenía como ser humano.

“La anécdota del CCC es tan importante en mi vida profesional y como melómano, que no me canso de contarla, sobre todo porque desde entonces, Gutiérrez Heras no dejó de sorprenderme constantemente a través de diversas facetas de su personalidad, entre las que destacó un sentido del humor, saludablemente áspero y punzante, siempre aplicado con mirada certera, aunque en más de una ocasión yo mismo haya sido su blanco.

“No me cabe duda que la solidez y eficacia de sus partituras fílmicas, reconocidas en varias ocasiones pero quizá no tanto como lo merecen, tienen su sólido cimiento en la depurada música de concierto que escribió, y que a la fecha conforma uno de los catálogos más importantes entre los compositores mexicanos, que desafortunadamente no se cuenta con grabaciones de ellas”.

Brennan señaló además que la música cinematográfica de Gutiérrez Heras comparte con su música de concierto aquellas cualidades que tienden a la transparencia de las ideas, a la claridad en el discurso, a un eficaz uso de los medios sonoros parcos, pero siempre suficientes.

En la vertiente específicamente cinematográfica de su carrera, el compositor supo mantener, a la vez que una loable congruencia con sus propias ideas, una visión clara y objetiva de los alcances que tiene la música escrita para el cine.

Como buen músico –señaló el ponente- y buen cinéfilo, está perfectamente consciente de la difícil trascendencia a la que en el medio fílmico pudiera aspirar la música de cine.

Brennan reforzó su comentario al recordar una anécdota que el propio Gutiérrez Heras le contó: “Me enteré por un amigo de una tienda de discos, que cuando salió la película de Alberto Isaac sobre los Juegos Olímpicos de México, le fueron a pedir la música de la cinta. Llegaban muchos clientes a pedir el disco con la música de esa película que yo compuse.

“Así que creo que muchas veces, la música de una película podría funcionar perfectamente en un disco, y que en ciertos casos llegaría a venderse más que la música seria. Pero la triste realidad es que a mí nadie me ha pedido nunca grabar en un disco la música que he hecho para películas.

Brennan dijo que esa anécdota que le narró el compositor lo hizo pensar que “uno de sus logros mayores fue que una buena parte de un público de aficiones fundamentalmente deportivas se haya fijado en su música para el filme de Isaac, que es sin duda una de sus mejores creaciones.

“Era una música caracterizada por un potente y a la vez contenido dramatismo. Y por otra parte; hace algunos años se editó un CD que contiene cuatro de las más importantes obras de concierto de Gutiérrez Heras, así como algunos fragmentos de la partitura que compuso para la película Campanas rojas (Sergei Bondarchuk, 1981).

“De producción privada y sin distribución comercial, este disco tuvo una muy limitada circulación entre algunos melómanos y cinéfilos. Es indudable que la música cinematográfica de Gutiérrez Heras (al igual que su música de concierto) merece una mayor atención y difusión de la que hasta ahora se le ha dado. De ahí que para esta presentación me haya concentrado en resaltar ese aspecto”.