México habita en el cerebro que no dedico a la composición: Michael Nyman

  Oaxaca, México.- Las cinco ocasiones en que Michael Nyman ha presentado The Piano Sings en el mundo fueron un preámbulo para el concierto que ofreció la noche de ayer en el Teatro Macedonio Alcalá como parte de las actividades de la 32 Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2012. Su nombre acompaña algunas de las películas más sobresalientes de las últimas décadas del siglo pasado: en mancuerna con el cineasta Peter Greenaway, Nyman ha construido melodías para filmes como El Libro de cabecera y Zoo que han arrebatado un lugar en la historia, en los mitos duraderos del siglo 20. Michael Nyman es desde hace años un semi habitante de la Ciudad de México y aunque todo el espacio de su mente "que no ocupa en hacer música" está dedicado a su nuevo hogar, los efectos de las tradiciones, el paisaje y la tradición artística de este país no han influenciado aún su creación musical. "La música que he escrito desde que llegué a México no tiene nada notablemente mexicano en sus ritmos, es mayormente el estilo de música que hubiera compuesto si hubiera seguido viviendo en Londres, lo que es cierto es que me gusta más vivir en México que allá, la influencia del país en mi música vendría de manera indirecta". Sin embargo, el también creador del soundtrack de El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante, también de Peter Greenaway, y de El piano confiesa que "la parte de su cerebro que no está destinada a hacer música" la dedica a México, a los 600 años de su historia que le apasionan tanto como su fotografía y sus calles. Su relación con Oaxaca lo ha llevado a construir un nuevo proyecto en conjunto con el director de Instrumenta Ignacio Toscano, a quien le ha pedido "500 bandas tradicionales" de viento para orquestar un recital en Santo Domingo de Guzmán junto a The Michael Nyman Band. El musicólogo y crítico ha anunciado que este proyecto, quizá más modesto, con menos de 500 bandas, podría concretarse en 2013. En su repertorio de experiencias Nyman ha quedado marcado por grandes viajeros extranjeros que han visitado México, con Sergei Eisenstein a la cabeza.