Recuerdo a Eduardo Mata

José Luis Pérez Oaxaca, México.- Eduardo Mata hubiera cumplido 70 años en septiembre de este 2012. A 17 años de su prematuro y sorpresivo fallecimiento, es importante reconsiderar qué nos queda del gran director de orquesta, cuál es su legado: Para nosotros, tal vez lo más importante fue su gran labor con la Orquesta de la Universidad, hoy conocida como OFUNAM. No sólo porque con su talento y capacidad logró elevar su calidad a niveles de excelencia, sino porque gracias a ello, pero también gracias a su carismática personalidad como director, a su renovación de la programación y a aquella capacidad deslumbrante para hacer música, Eduardo Mata fue creando, atrapando para siempre, a un público de fieles melómanos, cada vez más numeroso y exigente; ese público estaba notoriamente conformado por varias generaciones, pero sobre todo por jóvenes que, testigos de su fulgurante presencia en los escenarios sinfónicos, se convirtieron en adeptos incondicionales de la música. El fenómeno era inédito en México y nunca se ha repetido y pocos países del mundo podrían presumir de tal fenómeno, de tal magia. Pero también fue muy importante la dimensión internacional que alcanzó la carrera de Mata y que ningún otro director mexicano había logrado hasta entonces, con todo y que, ocasionalmente, algunos dirigían en otros países, pero muy pocos regresaban a ellos por méritos propios; sobre todo, ninguno lo había hecho con las 4 o 5 orquestas más importantes del orbe, como Eduardo Mata. Por ahora, alguno más se ha acercado a ello; la historia estará por escribirse. Asimismo, Mata es el director mexicano con el mayor legado discográfico internacional hasta ahora, por la variedad y extensión del repertorio grabado, por su calidad interpretativa y sonora, por la difusión mundial que tuvieron sus discos en su momento, aunque, lamentablemente, hoy muchos de ellos son casi imposibles de encontrarse, por las circunstancias actuales que sufre el mercado discográfico mundial. Otra gran legado que Mata nos dejó fue la construcción de una verdadera sala de conciertos en México, con las cualidades acústicas de las mejores del mundo, la majestuosa y excepcional Sala Nezahualcoyotl de la ciudad de México, de la que él tuvo la visión y la propuesta de su construcción en los terrenos universitarios. No hay que olvidar que, coincidentemente, el mundo musical ya le debe a Eduardo Mata dos escenarios musicales de excelencia, pues también en Dallas, en circunstancias similares de un público creciente, Mata propició la construcción del Centro Sinfónico Morton H. Meyerson con su Sala de Conciertos Eugene McDermott.

Por supuesto, para rendirle homenaje en un proyecto como el de Instrumenta Oaxaca 2012, recordaremos a Eduardo Mata, el compositor. Si bien la creación no fue la parte de la música que más lo ocupó y toda su obra fue compuesta antes de comenzar su carrera internacional como director, es preciso saber que, en sus últimos años, Mata deseaba cada vez más dedicarse nuevamente a la composición así como a actividades docentes. Pero sobre todo, es la música compuesta por una de nuestras grandes personalidades de la música y es un deber difundirla.