Oaxaca, México.- El trabajo virtual es cada vez más frecuente en México y se podría decir que está entre 10 y 15 por ciento del total de empleos generados, y el porcentaje podría incrementarse con la incursión de los jóvenes a estos ambientes laborales, afirmó Juana Patlán Pérez, profesora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM. Sin embargo, aclaró, no se puede decir que sea 100 por ciento virtual, pues aunque se trata de una nueva modalidad, que es remunerada, pero no hay la obligación de cubrir las actividades dentro de una instalación física, en ciertos momentos sí se requiere la presencia del trabajador. El llamado home office se favorece a través del uso de Internet, las redes sociales y las telecomunicaciones, como la telefonía celular o el skype, herramientas que contribuyen al desarrollo de actividades fuera de la empresa, indicó. “Los jóvenes pueden ir hacia esta dirección, porque se han habituado a usar la red y sus aplicaciones desde cualquier lugar, y precisamente es por ello que podría incrementarse el porcentaje”, enfatizó. De hecho, sugirió, esta práctica debería fomentarse desde las instituciones de educación superior, para que los egresados no tengan sólo la visión de tener un empleo tradicional, sino uno donde puedan desarrollar sus conocimientos profesionales, combinados con sus habilidades en el uso de tecnología. Ventajas y desventajas Estas tareas tienen su antecedente en el concepto de “fábrica sin fábrica”, organizaciones encargadas de diseñar el proceso de producción, para lo cual subcontratan cada actividad en el ámbito nacional y/o internacional. Esto se presenta con frecuencia en las multinacionales, mencionó. La modalidad permite al empleado tener mayor programación de sus actividades y, en consecuencia, una vida personal mejor planeada; asimismo, evita el desplazamiento a su centro laboral, lo que le brinda la posibilidad de aportar, ser creativo e innovador, consideró. No obstante, también representa desventajas, porque no se tiene contacto con la empresa, no existe un clima laboral ni convivencia, no hay pertenencia a una organización, ni retroalimentación con el jefe inmediato; tampoco se fomenta una labor en equipo, ni se participa en la toma de decisiones. Estos factores hacen que el trabajador se desvincule, remarcó la especialista en clima organizacional. Ello no afecta el rendimiento, consideró, pues un individuo productivo lo será en un entorno tradicional o virtual, pero sí puede incidir negativamente en tanto se trate de una actividad en equipo, o de retroalimentación, pues esta modalidad se realiza de manera individual y eso implica aislamiento. También, añadió, si se intensifica la carga de trabajo puede haber algún conflicto, pues se perdería el balance entre el tiempo dedicado a éste y el destinado a cuestiones personales; entonces, si no se sabe organizar, dirigir y ser autónomo, se podrían perder esos límites. En resumen, reiteró, un trabajador virtual debe ser autónomo, entusiasta, emprendedor, creativo, organizado, saber planear, tener autoconfianza, liderazgo e iniciativa. Para las empresas este tipo de empleos tiene la ventaja de no cargar con los costos fijos, es decir, acondicionar instalaciones, y al no dirigir y controlar personal, se reducen gastos de administración. Las actividades idóneas para este tipo de trabajo son las que se pueden realizar por obra determinada, de tipo intelectual, cuyo resultado se reporta por escrito, o aquellas susceptibles de medición, como consultorías, trabajos por proyectos, desarrollo de software y actividades que se pueden realizar desde cualquier lugar del país o del mundo, concluyó.