Oaxaca, México.- La vida, obra, su visión cosmopolita y el profundo amor a la cultura musical de México por parte de Eduardo Mata (1942-1995), fue recordada por familiares, amigos y admiradores del maestro, durante una mesa redonda que tuvo lugar en el Teatro Macedonio Alcalá, marco del XVIII Festival Eduardo Mata.
Como un ser humano “exigente y riguroso, con un apetito cultural, inconmensurable, que no sólo encauzaba, sino guiaba y dirigía”, fue calificado el maestro Mata, cuya niñez y parte de su adolescencia vivió en Oaxaca, donde aún lo recuerdan ejecutantes de la Banda de Música del Estado, a los que dirigió.
En este 2012, en que Mata cumpliría 70 años, el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, invitó a su hermano Federico Mata, y a tres de sus entrañables amigos: Mario Lavista, Sergio Vela e Ignacio Toscano, quien fungió como moderador, para platicar al público, algunas de las anécdotas del director.
“Inquieto, a los cinco años, con una batuta en mano, lo único que lo calmaba, era escuchar y estar junto a los músicos de la Banda de Música del Estado, dirigida por Amador Pérez Torres, quien al ver su talento los invitó a los 13 años a dirigir la Banda de Música de Artillería, de la ciudad de México”, recordó, Federico Mata.
En el teatro Macedonio Alcalá, las anécdotas fluyeron una tras otra. Mario Lavista, compositor y miembro del Colegio Nacional, recordó que Eduardo fue uno de los alumnos distinguidos del maestro Carlos Chávez, quien reconocía su talento.
Director de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, fue el promotor de la construcción de la Sala Netzahualcóyotl, de la UNAM, espacio donde existe una placa sobre la influencia del director, para su edificación.
“Él dijo al rector de ese tiempo, que no podía tocar en los jardines, que la UNAM debía tener un lugar específico para escuchar los conciertos”, dijo el también alumno de Carlos Chávez.
Sergio Vela, investigador, escritor y ex director de Conaculta, hizo un retrato hablado del maestro Mata a quien calificó de “figura gigantesca y como Oaxaca: variopinto, rico y diverso”.
“La batuta de Mata transformaba el caos, en orden y armonía”, con un talento natural, muy temprano se le reconocen similitudes con Carlos Chávez, de quien se nutrió en su papel de estudiante. “Vivía al límite, tenía una energía absolutamente insólita, incomparable que encendía a los músicos que dirigía”.
Luego de la mesa redonda, se proyectó un video documental producido por el Canal 22, Conaculta e Instrumenta Oaxaca, titulado “Eduardo Mata 70 años”.