EL ECONOMISTA
Oaxaca, México.- Durante la reunión de trabajo del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu) de la UAM Xochimilco, Raúl Figueroa, director de Cuentas Satélite del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó de los avances en la integración de la Cuenta Satélite de Cultura (CSC).
Tras el acuerdo firmado con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) a mediados del 2010, se formó un primer órgano técnico que ha sostenido distintas reuniones y avanzado en el trabajo.
De esta forma, el INEGI tiene ya un primer escenario de desagregación a partir de la estructura sectorial existente en el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte, entre otros instrumentos con que cuenta para esta tarea.
El análisis y conteo arroja una estimación preliminar de entre 2.5 y 3% de aportación de la cultura al Producto Interno Bruto (PIB).
Esta cifra contrasta fuertemente con estimaciones previas que se han hecho, en particular con el cálculo más socorrido, el realizado por el economista Ernesto Piedras, quien con datos del INEGI, pero considerando a aquellas actividades protegidas por el derecho de autor (incluso, y en muy buena medida, considerando aquellas actividades informales que no pagan derechos de autor aunque debieran), calculó una cifra de 7.3% para el 2003.
LAS COSAS QUE CUENTAN
Raúl Figueroa parece haber tomado el conteo de la aportación económica de la cultura de una forma personal.
Figueroa deja claro que, más que el número final, difícil de calcular por una infinidad de razones que tienen que ver con, por ejemplo, la intangibilidad de los bienes y beneficios culturales o con la existencia del trueque y el tequio en las fiestas populares y patronales (que es en lo que más gastan los mexicanos), lo que importa es tener la medición.
“Las cosas que no contamos parece que no cuentan”, dice en un momento de su exposición, en referencia al poco caso que se le hace a veces a los aspectos culturales por parte de los tomadores de decisiones.
“Hace falta valor para ponerle valor a las cosas”, comenta más tarde sobre las posibles críticas que podría recibir el Instituto a causa de la disparidad entre la estimación de 2.5 a 3% con respecto al cálculo de Piedras.
En ese sentido, conviene dimensionar la cifra y decir que, en caso de que efectivamente cuando la Cuenta Satélite entregue sus resultados definitivos y la cifra se ubique en algún punto dentro de ese margen, la Cultura, por su aportación al PIB, estaría en el mismo reglón que la Agricultura (2.4%), la Información en medios masivos (2.9% sin contar Internet) y los Servicios profesionales, científicos y técnicos.
Estaría además muy por encima del rubro en el que, mal que bien, se le tiene considera actualmente, que es el de Servicios de esparcimiento, culturales y deportivos y otros servicios recreativos, y que aporta 0.4% del PIB.
OTROS EJERCICIOS
Durante la junta del Grecu, Andrés Webster, secretario de las Culturas y Artes de Oaxaca , presentó el Programa Sectorial de Cultura, que contiene una caracterización del sector cultural oaxaqueño sobre las bases que brinda el INEGI y que se constituye a la vez en el primer intento de subcuenta Satélite del país.
Destacó también la presencia de Alfonso Castellanos, quien se desempeña como coordinador general del Proyecto del Sistema de Información Cultural de las Américas y el Atlas de Infraestructura Cultural de las Américas, impulsado por la Fundación Interamericana de Cultura y Desarrollo del BID que preside en Washington Sari Bermúdez, expresidenta del Conaculta. En el acto, celebrado en la universidad, expuso los alcances que registra el sistema. Dio a conocer a su vez la Metodología común para explorar y medir el comportamiento lector, diseñada por el Cerlalc, en el cual colaboró.