Oaxaca, México.- Hoy se cumplen 58 meses de la desaparición forzada de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, 376 días de la desaparición forzada del maestro Carlos René Román Salazar y 3 meses de la ejecución extrajudicial del profesor Rafael Vicente Rodríguez Enríquez.   De la misma forma, 2 meses del asesinato de Bernardo Méndez Vásquez, 10 días de la ejecución de Bernardo Vásquez Sánchez, 14 meses de la ejecución extrajudicial del compañero Crescenciano Moisés Pérez Enríquez, 2 meses de la ejecución extrajudicial de Gregorio Ambrosio Antonio.   Catorce 14 días de la ejecución del compañero Manuel Nicandro Ambrosio José, 15 años 6 meses de la detención arbitraria del Cabildo Municipal de San Agustín Loxicha, Pochutla, cuyo Presidente y Síndico Municipales, Agustín Luna Valencia y Fortino Enríquez Hernández, permanecen en prisión por delitos que no cometieron; sus expedientes fueron fabricados por órdenes del entonces gobernador Diódoro Carrasco Altamirano en 1996.       La lista de las víctimas del terrorismo de estado es interminable y pasa también por el 2006, el denominador común de su persistencia es la impunidad, pero lo peor, tenemos como gobernantes a los represores de siempre.       Explico: Diódoro Carrasco Altamirano fue el responsable de la guerra sucia implementada contra los indígenas Loxicha en 1996; cuando dejó el poder local se llevó a sus cuadros más cercanos a la Secretaría de Gobernación: Gabino Cué Monteagudo, Roberto Pedro Martínez Ortiz, José Trinidad Rodríguez Ballesteros, estos dos últimos nombres a las nuevas generaciones tal vez no les signifiquen nada, es natural, nuestro pueblo no tiene memoria histórica.       En el 2006, aquellos viejos cuadros paramilitares y parapoliciales tuvieron la oportunidad de operar abiertamente ante la necesidad del Régimen de sobrevivir al embate popular, las cúpulas políticas tuvieron que llegar a acuerdos para: la permanencia del ulisismo en el poder, el arribo a la Presidencia de la República de Felipe Calderón Hinojosa y el retorno del diodorismo en pleno al poder en Oaxaca; por decir lo menos, la ceguera de las “izquierdas” allanó el camino al estado de cosas que padece nuestro pueblo actualmente.       Así las cosas, si el movimiento popular no tiene la capacidad de sobreponerse a los controles institucionales e implementar y fortalecer la unidad, la represión, las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales, el encarcelamiento de líderes sociales, pobres e indígenas, el colonialismo se seguirá imponiendo en el territorio estatal y nacional y las demandas más sentidas de nuestro pueblo, nunca se harán realidad.       Somos un país que ha alimentado la opulencia del hombre más rico del mundo, de una poderosa clase política y económica a costa del sufrimiento, el dolor y la miseria de millones de hombres y mujeres que en toda su vida no han conocido de la dignidad de su especie.       Por tal razón en busca de los mínimos de JUSTICIA, debemos demandar al Estado Mexicano:       1.    ¡Presentación con vida del compañero Carlos René Román Salazar, todas y todos los desaparecidos!   2.    ¡Castigo a los responsables de las ejecuciones extrajudiciales del Profesor Rafael Vicente Rodríguez Enríquez, Bernardo Vásquez Sánchez y decenas de compañeros, alto total a esta política paramilitar que está acabando con líderes sociales y de comunidades indígenas!   3.    ¡Libertad inmediata a todas y todos los presos políticos y de conciencia del país!   4.    ¡Alto a la política neocolonial y genocida del capital extranjero que se asocia con los ricos de nuestra patria en contubernio con los gobernantes traidores a los intereses del pueblo, fuera la minera Cuzcatlán de nuestro Estado!   5.    ¡Alto a la represión en todas y cada una de sus manifestaciones!   6.    ¡Respuesta inmediata a las demandas más sentidas de nuestro pueblo!