Oaxaca, México.- “Mi interés no es atesorar libros, sino compartir”, declaró María Isabel Grañén Porrúa, quien recibió el Homenaje al Bibliófilo de la 26 Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Grañén es la primera mujer en recibir este honor, que reconoce la importante labor de preservar el acervo cultural de las comunidades.   [caption id="attachment_187771" align="alignleft" width="300"] Homenaje al Bibiófila, María Isabel Grañen Porrúa; en el marco de actividades de la 26 Feria Internacional del Libro. . FOTO: © Cortesía FIL Guadalajara / Gonzalo García[/caption] Sergio López Ruelas, coordinador de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, diagnosticó a Grañén, al considerar que “la bibliofilia es una enfermedad que se agrava con los años, María Isabel Grañén padece esta enfermedad y no es un despropósito que la tenga”. Y es que la homenajeada ha vivido siempre rodeada de libros. Es, de hecho, la cuarta generación de su familia que se dedica a este oficio. Grañén recuerda su infancia con su abuelo, “en esa librería de la calle 5 de Mayo en la Ciudad de México”.   Uno de los momentos cumbre del evento fue la proyección de un video en el que la homenajeada es entrevistada en la sede de la biblioteca Burgoa, que ella fundó  en Oaxaca. Su sede es el monumental ex convento de Santo Domingo, en el centro histórico de la ciudad. Cómoda, Grañén Porrúa expresó que “los libros son un refugio para encontrarse a sí mismo”.   En Oaxaca es donde la homenajeada ha realizado la mayor parte de su actividad como divulgadora de la cultura. La biblioteca para niños es uno de sus proyectos más entrañables, ya que está situado en una zona de bajos recursos y, de esta manera, Grañén lleva los libros a todos los ámbitos de la población. En la entrevista recordó con emoción la anécdota de un “niño que iba a la biblioteca para jugar en las computadoras, entonces escuchó las risas de otros, se acercó y le dijeron que estaba un cuentacuentos. Cinco años después el niño, ya adolescente, está en la prepa y escribe. Es un niño que vive con su padre, ya que su mamá los abandonó. Su padre es alcohólico… al niño la biblioteca lo salvó”, comentó al borde de las lágrimas.   En su discurso , la homenajeada agradeció a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara por el reconocimiento, y expresó su amor por sus hijos, María Isabel y Santiago, presentes en el evento. Con la misma entereza que mostró en el video, Grañén defendió la existencia del libro impreso: “Creo en el libro de papel. Ante las bondades del libro digital, el libro impreso será necesario para preservar el pensamiento de la humanidad”.