Oaxaca, México.- Hasta ahora, la política para reducir la producción y el consumo de drogas en nuestro país no ha funcionado; tampoco ha dado los resultados esperados. Por el contrario, en los últimos 25 años se ha duplicado la magnitud del problema, ante lo que es necesario hacer cambios, planteó el rector de la UNAM, José Narro Robles.
En el debate actual, en los planos nacional e internacional, sostuvo, se cuestionan las políticas que se sustentan preferentemente en la criminalización de los consumidores de drogas y que enfrentan a las bandas de narcotraficantes con sus mismos medios. Ello provoca, cada año, decenas de miles de muertos; además, no ha resuelto un problema que, cada vez, parece adquirir dimensiones mayores.
Al hacer la declaratoria inaugural del “Foro Internacional sobre Políticas de Regulación del Consumo de Drogas”, organizado por esta casa de estudios, dijo que el consumo se ha convertido en uno de los asuntos más delicados, con alcance global. Se trata de un problema severo, que afecta a la sociedad contemporánea y que se relaciona con un sinfín de procesos que derivan en delitos graves y en un nivel de violencia, muchas veces impensable.
Narro Robles refirió que el encuentro ofrecerá reflexiones, conocimientos y experiencias relevantes que el Estado mexicano, las estructuras gubernamentales en sus tres niveles, y los diversos actores sociales y políticos del país podrían considerar para la reformulación de las medidas que actualmente se aplican.
Con esta reunión, la UNAM cumple con uno de los compromisos asumidos en la “Conferencia Internacional sobre Seguridad y Justicia en Democracia”, del año pasado, y cuyos resultados fueron plasmados en el documento Elementos para la construcción de una política de Estado para la seguridad y la justicia en democracia, presentado a los poderes de la Federación, organizaciones civiles y a la sociedad en general.
En el auditorio “Dr. Gustavo Baz Prada”, del Palacio de la Antigua Escuela de Medicina, el rector refrendó que la Universidad Nacional ha sido y será un espacio de libertad, en el que, desde la perspectiva académica, se investiga, enseña y discute a fondo; se cuestionan las ventajas y desventajas, las consecuencias de hacer y también las de dejar de hacer en todas las materias, áreas o acciones que impactan a la sociedad.
Como un homenaje al ex rector Jorge Carpizo, quien contribuyó sustancialmente a la realización del foro, pidió un aplauso de pie para el “maestro e investigador universitario de excelencia, el universitario de la piel a la médula, el intelectual incorruptible, y sobre todo, el ser humano comprometido con las mejores causas”.
Consumo ilícito
En el inicio de los trabajos, la mesa dedicada al “Consumo ilícito de drogas y dependencia: problemática general en materia de salud”, los expertos señalaron que las políticas públicas deben ser integrales y no planas, sino basadas en la realidad de cada región.
El secretario del Consejo de Salubridad General y presidente de la Academia Nacional de Medicina, David Kershenobich, dijo que en México el consumo de drogas ilegales aumentó de 4.6 por ciento en 2002, a 5.2 en 2008; el de mariguana a 4.2 y el de cocaína a 2.4 por ciento.
La edad de inicio del uso de drogas es en promedio de 19 años en hombres, y de 23 en mujeres. El también integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM, destacó que las poblaciones con mayor desventaja socioeconómica son, en general, más vulnerables al consumo. Los principales factores de riesgo identificados son: un nivel educacional bajo, niveles elevados de desempleo, familias disfuncionales, y problemas psicológicos y psiquiátricos.
Carlos Tena Tamayo, comisionado Nacional contra las Adicciones, dijo que en los Centros Nueva Vida se ha encontrado que la mayoría de las personas que van a solicitar apoyo son en 53 por ciento consumidores de mariguana; les siguen los de inhalables, cocaína, cristal y heroína.
De acuerdo con la información de la Comisión, 80 por ciento de los consumidores usan mariguana; “hay 2.4 consumidores de esa droga por uno de cocaína”. En cambio, las metanfetaminas y los inhalables en población total tienen baja prevalencia. Las personas con dependencia consumen 70 por ciento de la droga, añadió.
La directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” y miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, María Elena Medina-Mora, sostuvo que existe una asociación entre el abuso de sustancias y el trastorno mental hasta en 50 por ciento, según encuestas de población en México y otros países. Las afectaciones inician temprano, a los 17 años como media.
La experta dijo que 80 por ciento de las personas en tratamiento por consumo tienen una co-morbilidad psiquiátrica. Empero, ambos problemas son tratados en instancias separadas, y “quizá una de las políticas más prometedoras sería integrar la atención, hacerla global”. Además de pensar en el tratamiento y no la cárcel como respuesta para los enfermos, sentenció.
En la mesa, moderada por Guillermo Soberón Acevedo, ex rector de la Universidad Nacional, Francisco Cumsille, director del Observatorio Interamericano de Drogas de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la Secretaría de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos, expuso que las políticas públicas para combatir o controlar el uso de las drogas no pueden ser planas o “un solo traje” para todas las regiones, sino estar acordes en función de cada uno de los casos.
Resulta preocupante, expresó, que en varios países del hemisferio, más del dos por ciento de jóvenes de 13 a 17 años de edad son farmacodependientes de la cocaína.
Ricardo Vinicio García Lazo, miembro del Capítulo México de la Asociación Students for a Sensible Drug Policy y alumno de la Facultad de Filosofía y Letras, comentó que un ambiente no punitivo y sí informativo ayuda a generar políticas públicas más adecuadas para cada droga, que deben derivarse de investigaciones serias.
Asistieron, entre otros, Yoloxóchitl Bustamante, directora general del Instituto Politécnico Nacional; así como funcionarios federales y representantes de organismos internacionales.