Oaxaca, México.- El Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) determinó que el presidente Felipe Calderón Hinojosa violó la Constitución, al hacer promoción personal mediante el envió de cartas, por correo electrónico y postal, a los contribuyentes, en las que ensalza obras y logros de su gobierno. [caption id="attachment_163030" align="alignleft" width="200" caption="Dr. Víctor Manuel Alarcón Olguín/Foto UAM"][/caption] Sin embargo, en resolutivo aprobado por el IFE se hace referencia a que el presidente de la República, si bien infringió la ley, queda a salvo de cualquier sanción, ya que como lo señala también la propia Constitución: “el Jefe del Ejecutivo, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado por traición a la patria y por delitos graves del orden común”. Así lo manifestó el doctor Víctor Manuel Alarcón Olguín, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien afirmó que esta es una de las omisiones importantes que le toca resolver directamente a los partidos políticos, pues si lo llevaran al Congreso de la Unión podrían hacer las modificaciones constitucionales correspondientes. Cabe destacar –señaló el catedrático universitario– que esta es la segunda ocasión en menos de dos años en que el IFE considera que el Primer Mandatario violó la Carta Magna con motivo de un proceso electoral. “El presidente Felipe Calderón podrá seguir pretextando o argumentando que son ‘zonas grises’, y efectivamente hasta que no se presentan este tipo de situaciones no se pueden calificar”, sostuvo el investigador del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa. Como en este caso ocurrió, afirmó el doctor Alarcón Olguín, Calderón Hinojosa utilizó recursos públicos para difundir propaganda personalizada con logros de su gobierno, esto implicó una violación al artículo 134 constitucional que –como  interpretó la mayoría de los consejeros electorales– favorecería la campaña del Partido Acción Nacional (PAN), lo cual tendría un efecto no equitativo en la contienda electoral. Para el especialista en Estudios Sociales, en el caso de México esta sobrerregulación está derivada de la falta de autocontrol o de la incapacidad que tienen los partidos políticos para establecer el comportamiento adecuado dentro de la clase política, que obliga a llegar al extremo de tipificar hasta la última actividad, “suponiendo que con eso vamos a inhibir o a regular el comportamiento de los actores políticos”. “Me parece que México tomó la peor ruta que puede generarse en este tipo de situaciones”, porque nunca va a haber “ley perfecta”, que pueda regular todo, lo más importante es que haya mayor ética, responsabilidad de los candidatos y criterio amplio de los ciudadanos para poder discernir el uso inadecuado de cierta comunicación política