Oaxaca, México.- Por su riqueza expositiva y su interesante manejo de la imagen, algunas con sentido metafórico y otras de gran espontaneidad, las series
Mi ciclovida, Extinción o solución y Entre el barro y el humo negro, resultaron ganadoras del XXXI Concurso de Fotografía Antropológica “Miradas sobre la ecología en el entorno urbano en el siglo XXI”, organizado por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).
Los autores de dichas series son: Luis Fernando García Berdeja, con el primer lugar; Fernando Castillo Fuentes, segundo; y Fernando Oscar Martín, ganador del tercer sitio, quienes recibieron su premio este viernes, en una ceremonia efectuada en la Biblioteca “Guillermo Bonfil Batalla” de esta casa de estudios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).
A las fotografías ganadoras se suman tres menciones honoríficas para las series
Cascadas urbanas, de Paola Alcalá Almeida;
Acrópolis, de Víctor Rodríguez Camacho, y
Basureros metropolitanos, de Yadín Andrés Xolalpa Lázaro.
Las imágenes galardonadas fueron elegidas entre 51 trabajos procedentes de diversos estados del país, por parte del jurado compuesto por el etnólogo Samuel Villela Flores; y los antropólogos Mauricio Sánchez Álvarez y Javier Sámano Chong; los ganadores recibieron un premio de 18, ocho y seis mil pesos, respectivamente, así como un diploma.
Luis Fernando García Berdeja, quien obtuvo el primer lugar, señaló que su serie fotográfica
Mi ciclovida, integrada por siete fotos, alude al uso y fomento de la bicicleta como medio de transporte en la Ciudad de México, con el fin de buscar una solución a la alta congestión vehicular motorizada y la extrema contaminación citadina. “La iniciativa surgida por parte de la sociedad, pero también de algunos actores políticos, va en dirección de una responsable, sana y respetuosa convivencia social, aunque esto actualmente es insuficiente”.
Egresado de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa, el fotógrafo señaló que las imágenes de
Mi Ciclovida responden al contexto sociocultural de los últimos años, y con ellas se sugiere conformar, enriquecer y difundir una educación vial que involucre a peatones, automovilistas y ciclistas. Ganador del primer lugar en el Concurso de Fotografía Phillips Ciudades Habitables en 2011, y de una mención honorífica en el Quinto Concurso de Fotografía Mirada Joven en el mismo año, Luis Fernando García expresó que su objetivo es ampliar la infraestructura pública ciclística y mantenerla en condiciones favorables, además de promover esta movilidad que tiene beneficios como ser un ejercicio físico saludable y su sustentabilidad, que convirtieren a la bicicleta en un vehículo efectivo.
Por su parte, Fernando Castillo Fuentes, ganador del segundo lugar con la serie
Extinción o solución —compuesta por ocho fotografías, siete de ellas de Baja California Sur y una del Zoológico de Chapultepec del DF—, explicó que con esta propuesta aborda el deterioro del planeta y de la sociedad, toda vez que el dramático incremento de la población ha obligado a la urbanización de áreas boscosas y, con ello, al agotamiento de acuíferos y a la deforestación.
Con una larga trayectoria en el fotoperiodismo, con publicaciones en periódicos y revistas nacionales e internacionales, Castillo Fuentes manifestó que “al ritmo que vamos, las nuevas generaciones solo conocerán, como los arqueólogos, los vestigios de una civilización que sus ancestros destruyeron, “únicamente tendrán la oportunidad de conocer especies en riesgo de extinción en algún zoológico o vivero”.
Participante en exposiciones de México y del extranjero, uno de sus trabajos más relevantes ha sido el fotodocumental sobre la Santa Muerte en la Ciudad de México, galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Cultural “Fernando Benítez” 2004, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y expuesto en la Semana Negra de Gijón, España en 2005.
“Creo que la preocupación de la sociedad y de los gobiernos por mejorar el entorno ha crecido en los últimos diez años, pero tenemos ya varias décadas con un grave problema ecológico a nivel mundial, y lamentablemente considero que no tendremos tiempo de remediar el daño que hemos hecho al ambiente”, expresó el fotógrafo, quien también ha ganado concursos como el de “Miradas en Movimiento”, organizado por el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo en 2006 y la Primera Bienal de Fotoperiodismo en 1994.
En cuanto a la tercera serie ganadora,
Entre el barro y el humo negro, de Fernando Oscar Martín, el autor detalló que ésta se integra de 10 imágenes que muestran la problemática ambiental y de salud que generan las ladrilleras ubicadas en las zonas conurbadas.
“El ladrillo es un insumo esencial en la construcción y tiene gran demanda en las ciudades dado el crecimiento de la mancha urbana. Sin embargo, durante su fabricación el humo afecta a las personas que trabajan en ella, así como a quienes viven en el sector y lo inhalan permanentemente causando enfermedades respiratorias, infecciones agudas, conjuntivitis, bronquitis e inclusive asma o cáncer de pulmón”.
Asimismo, debido a la producción masiva del ladrillo, existe escasez de arcilla en la zona, lo que provoca la degradación del suelo y afecta la calidad del agua, ya que en varios lugares el aceite quemado es vertido directamente en los drenajes.
Ganador del primer lugar en el XXIX Concurso de Fotografía Antropológica con el tema “Visiones actuales de la Independencia y la Revolución”, Fernando Oscar Martín indicó que el tema de la ecología se ha vuelto una prioridad en este nuevo siglo, pues se corre el riesgo de terminar con los recursos naturales no renovables, y al mismo tiempo con la vida de todas las especies animales y vegetales. “El mismo consumo de tecnología en computadoras, celulares, televisores, autos nuevos, etcétera, implica el desgaste de la naturaleza”.
Octavio Hernández Espejo, jefe del departamento de Medios Audiovisuales de la ENAH, anotó que las imágenes ganadoras se exhiben en una muestra, junto con otra treintena de series fotográficas seleccionadas por el jurado, en la Biblioteca “Guillermo Bonfil Batalla”, y permanecerán hasta el 7 de diciembre. Posteriormente, las fotos recibidas para concursar se integrarán al acervo de la escuela, formando por cerca de nueve mil imágenes.