Oaxaca, México.- El programa de reintroducción de la guacamaya roja en Palenque, Chiapas, y otras áreas de su distribución original, del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, recibió un donativo de Kraft Foods México, destinado a promover la conservación del ave y su ecosistema, diseñar estrategias de educación ambiental y fomentar la convivencia armónica con la naturaleza.
La iniciativa, apoyada por Fundación UNAM, obtuvo el primer lugar en la campaña Agentes al Rescate, orientada a generar conciencia sobre el cuidado de especies en peligro de extinción, con el 42 por ciento de los votos registrados.
El proyecto contempla reintroducir 50 guacamayas rojas en áreas de su distribución histórica original —de Tamaulipas a Chiapas—, con el apoyo del aviario de Xcaret, entre ellas, la zona de Palenque. El objetivo es instrumentar estrategias destinadas a incrementar las posibilidades de que sobrevivan en el hábitat silvestre y establezcan poblaciones autónomas.
El estímulo será destinado a garantizar el éxito del programa. Entre las acciones contempladas están establecer protocolos para la crianza en cautiverio, entrenar a las aves contra depredadores; detectar patógenos para evitar la introducción de enfermedades silvestres en la nueva localidad; colocar radios para monitorear los movimientos y supervivencia, y actividades de educación ambiental entre las comunidades aledañas, entre otras.
Conciencia ecológica
En la ceremonia de premiación, Martha Carrillo, directora de Comunicación de Fundación UNAM, destacó que el IB impulsa trabajos orientados a la conservación de la biodiversidad del país. El programa de reintroducción de la guacamaya roja constituye una muestra de esta labor, subrayó.
Patricia Escalante, integrante del IB y responsable del proyecto, recordó que es una especie en serio peligro de extinción. Actualmente, sólo quedan remanentes de sus poblaciones en la Selva Lacandona y, posiblemente, en la zona de Los Chimalapas, debido a la extracción de pichones para el comercio de mascotas y a la pérdida de su hábitat primario (selva tropical húmeda), que hasta hace tres décadas abarcó de Tamaulipas a Chiapas. En total, se calculan 250 individuos en la primera ubicación, y 50 en la segunda.
En este contexto, investigadores universitarios interesados en la conservación de la biodiversidad establecieron colaboración con el aviario de Xcaret, con la finalidad de instrumentar un proyecto de reintroducción y conservación del ave, considerada por los mayas la encarnación del dios de fuego del ojo solar, Kinich Kakmó, lo cual será posible con el donativo entregado a la Fundación UNAM, precisó.
Debemos insistir en que las especies en peligro de extinción, en particular de guacamayas, loros y pericos de México, no pueden ser adquiridas como mascotas. En el caso de la roja, de no emprender más estrategias para su conservación en la próxima década, las dos poblaciones que sobreviven desaparecerán.
Naturalia, organización promotora de la reintroducción del lobo mexicano, y Pronatura, entidad orientada a frenar el deterioro y asegurar la permanencia de jaguares en la Península de Yucatán, recibieron el segundo y tercer lugar, respectivamente.