Oaxaca,México.- Para el investigador y académico Enrique Priani, la figura del editor en el mundo digital contemporáneo encuentra una equivalencia con lo ocurrido con sus similares en la época novohispana, en el sentido de que ambos enfrentan o lo hicieron, el reto de adaptarse a un contexto que no les otorga relevancia.

El especialista de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM participó con en el 1er Encuentro de Humanistas Digitales con una ponencia en la que dijo que es en el campo del pensamiento donde se ubica lo relevante de su aseveración y que coincide con algunos cuestionamientos que actualmente se hacen quienes editan las páginas web.

Priani consideró que en principio se trata de una reflexión que intenta sobre todo establecer algunos lineamientos que los editores enfrentan en la práctica diaria, “en el contexto del Internet, porque es necesario saber que existen otros momentos similares en la historia de la humanidad.

“Si nos ubicamos en el caso de México, el periodo novohispano es el que más similitudes tiene con nuestra época, porque vivimos en una sociedad que debe encontrar el equilibrio entre la forma de pensar y la cultura provenientes de distintas tradiciones, que sólo en los sites del mundo hispano son inmensos”.

El especialista resaltó que en todos los lugares del planeta, los editores desde luego se enfrentan primero a su entorno inmediato, antes de subir a la red sus propuestas, por ello en el caso de nuestro país, sería conveniente comenzar por definir el trabajo que desarrollan.

“Si buscamos una definición que abarque un espectro amplio de posibilidades, creo que la palabra indicada es hermenéutica, pues la labor de un editor consiste justamente en interpretar de la mejor manera el texto original que ha creado un autor.

“Entonces, la propuesta de esta reflexión está tan llena de posibilidades como los sitios en la red, que en poco más de diez años ha sufrido una serie de transformaciones que prácticamente han cambiado nuestro mundo y la forma en que pensamos”.

Ernesto Priani consideró también que todavía es temprano para darse cuenta de cuál es el alcance de las publicaciones digitales en el ámbito académico,  como tuvo la oportunidad de comprobarlo cuando editó la Revista Digital Universitaria de la UNAM.

“Esa experiencia me permitió experimentar con estas ideas referentes al papel de los editores en la actualidad, porque lo que más entusiasma de hacer cualquier cosa en Internet es que las reglas todavía no están establecidas  y es probable que no  lo estén  durante mucho tiempo, a diferencia de lo que ocurre con el texto impreso, que tiene una tradición de más de 500 años, pero en el ámbito digital todo está abierto.

“Realmente todo está listo para llegar y explorar límites que hasta este momento, me parece, no sabemos cuáles son. Sin embargo, esto qué implica dos cosas: que cada año, cada día, casi, las formas, los elementos, las herramientas del medio para publicar en Internet cambian de manera radical. Me parece que en ese sentido la consigna del editor digital tiene que ser la de estar abierto a las nuevas formas”.