Para Ignacio Ortiz el alumno interesado en estudiar cine debe presentar tres características fundamentales: interés por la vida, el interés por el otro y el interés por contar algo. “Aquí hacemos un trabajo para el otro, para el espectador y el querer narrar una ficción no sólo implica tener talento determinado, sino la responsabilidad de contar historias a partir del lenguaje cinematográfico”, apuntó.
Los alumnos deben aprender del mundo y conocerlo para tener historias que contar, leer un periódico, ver lo que ocurre en su entorno, conocer al señor bolero de la esquina, saber que está pasando en su país, platicar con sus hermanos, padres, tíos, abuelos e interesarse en escuchar en la gente. “Para mí eso es interés en la vida y es lo primero que se necesita, eso es un requisito del CCC, instituto que les da las herramientas para organizar todo ese material para contar una historia”. En opinión de Ortiz Cruz, los alumnos salen “muy bien” preparados para abordar un proyecto y realizar cualquiera actividad relacionada con la técnica cinematográfica, “tan es así que un 90% de los egresados tienen trabajo ya sea creando sus propios proyectos, en comerciales de televisión, directores de fotografía, directores, sonidistas, postproductores de sonido o editores. Apuntó que para la realización de una ficción o documental se requiere primordialmente de un guión, que en el CCC se aborda en cinco semestres. “Al alumno se le enseña la técnica para escribir un guión de ahí a que sea interesante depende absolutamente del talento personal, no hay manera de que éste te lo enseñen en la escuela, el egresado tiene la responsabilidad de saber utilizar el lenguaje cinematográfico, pero no precisamente de hacer una obra maestra”. Actualización académica La escuela, apuntó, tiene que estar en constante cambio a partir de una base fundamental que es la enseñanza- aprendizaje del lenguaje cinematográfico, mismo que está en un proceso constante de evolución. El instituto acerca a los alumnos con las nuevas tecnologías y los últimos avances en materia cinematográfica. “Para la actualización de las técnicas y para la apreciación del lenguaje tenemos una de las pocas salas en el país con sonido 5.1”, compartió. “El cine es un proceso que para su creación es importantísima la tecnología misma que incide de manera directa e indirecta en la realización cinematográfica, entonces también nos traen en constante actualización a través de una apertura de lo que está ocurriendo en otros países a través de maestros internacionales que dan cursos, clases, talleres, para que de esa manera los muchachos estén actualizados”. La importancia de la escuela tras casi cuatro décadas El CCC, escuela que ha cimentado su presencia en los principales festivales del mundo, es importantísimo porque es una tarjeta de presentación de lo que es el país, pues como alguna vez dijo Arturo Ripstein, “un país sin cine es un país sin rostro” y ese rostro tan importante tiene que ver directa e indirectamente con la escuela que le da solidez a la educación en México y es la principal institución en la educación del lenguaje cinematográfico. “Un país en el que sus instituciones producen seres humanos calificados en una determinada área que van a incidir en el rostro del país y en la industria de la televisión o el mismo cine, es algo que tiene un valor fundamental que debe ser cuidado hoy más que nunca. “Es mucho lo que da el CCC, hay egresados dándole la vuelta al mundo, viendo los mercados de trabajo para los que siguen. Por ello deseamos que además de estos 37 años cumpla muchos años más siempre vivo, retroalimentándose, dirigido a jóvenes, lo que es una retribución fundamental a la sociedad mexicana”.