Fortino TORRENTERA O.
Oaxaca. México.- Ante nuestros ojos, vitales documentos que atestiguan el trascendental cambio de la imprenta en Oaxaca a finales del siglo XVI, arte por el cual Juan Pascoe, reconocido impresor sale a su defensa y llama a dar continuidad.
En las vitrinas de la Biblioteca Francisco de Burgoa, la herencia del impresor en el oratorio de la Congregación de San Felipe Neri, José María Idiáquez, nos dejan sorprendidos a quienes acudimos la noche de este jueves a la presentación del libro realizado con maestría por Juan Pascoe.
Con su calidez y sentido del humor, el maestro Pascoe, hizo antes un recorrido por la colección que ahí se exhibe, donde destacan un manifiesto de Morelos al pueblo de Oaxaca y el inventario de una imprenta oaxaqueña de 1840.
Ahí, la doctora Isabel Grañen, directora de la Fundación Alfredo Harp Helú de Oaxaca, habló de la trascendencia histórica de los documentos que se muestran.
La emoción hace que Pascoe se lleve las manos a la frente para decir “Para mí es una conmoción emocional cerrar un círculo al tener un inventario de 1597 y otro de 1840 que demuestra la existencia de una de las más antiguas prensas de madera”.
[caption id="attachment_146739" align="alignright" width="248" caption="El manifiesto de Morelos imprezo por Idiáquez."]
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Y fue una letra cursiva el eslabón en esta larga historia, pues comenta Pascoe “En ese entonces (1597) estaba prohibido en México hacer letras pues el rey ordenó que debía defenderse la industria española. En Oaxaca, siempre rebelde, alguien estuvo haciendo letras y la herramienta que iba dentro de los cajones que se llevó después Henrico Martínez a Puebla iban letras hechas en Oaxaca”.
Advierte el experto un documento donde se nota un tipo único de letra cursiva que se repetirá siglos después, lo que apunta a que Oaxaca fue escenario de los primeros desarrollos de la imprenta en México.
Pascoe, quien se ubica como uno de los últimos impresores de la República, destaca ese cambio presente en la obra del fraile José María Idiáquez, quien imprimió un documento donde el arzobispo exhorta a tomar las armas contra quienes se rebelaban al rey.
Con la llegada de Morelos a Oaxaca, emite el referido manifiesto que imprime el propio Idiáquez, con lo que marca un cambio en la imprenta en el país sumado a la incorporación de prensas de metal, constituye un pasaje trascendental en la historia.
A detalle se da cuenta de ello en el libro de Pascoe: José María Idiáquez, impresor en el oratorio de la Congregación de San Felipe Neri de Oaxaca, publicado con el auspicio de la Fundación Alfredo Harp Helú.
Al lado de Pascoe se encontraba el historiador Moisés Guzmán Pérez, investigador de la Universidad Michoacana, especializado en la imprenta de finales del siglo XVI y quien coincide que ese periodo es vital en el desarrollo de la imprenta en México.
Todo este proyecto, compartió con sentimiento el maestro Pascoe, le cambio la vida, pues tras la devaluación del oficio de impresor, tuvo la oportunidad en el Archivo General de la Nación de ahondar en el conocimiento de la imprenta novohispana y su cambio a la imprenta de la República que hasta hoy persiste.