Ciudadania Express
Martes 09 de octubre, 2012. 10:19 am

La música vital para unir a la gente: Riccardo Muti

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Oaxaca, México.- “Un mundo sin música es un mundo salvaje. No creo que existan criminales a quienes les guste la música, aunque hay quien la emplea por razones equivocadas, pero generalmente quienes aman la música son buenas personas”, expresó el director italiano Riccardo Muti, durante una conferencia que ofreció en Guanajuato con motivo del concierto que ofrecerá este lunes 8 de octubre en el Teatro Juárez, como parte de las actividades de la cuadragésima edición de Festival Internacional Cervantino (FIC).

Acompañado por la directora del FIC, Lidia Camacho, y por Deborah Rutte, presidenta de la Asociación de la Orquesta Sinfónica de Chicago (OSC), Muti agregó que “nosotros no hacemos música para entretener a la gente. No somos amenizadores, lo que hacemos y con mucho trabajo es tratar de dar cultura a la gente que carece de ella.

Quizá en el futuro no exista una división entre la audiencia y los músicos, posiblemente estaremos muy unidos, olvidaremos las formalidades de salir a tocar disfrazados como pingüinos y nos uniremos con nuestros sentimientos y nuestra cultura. La música es uno de los más importantes elementos para unir a la gente, para vivir con mayor armonía”.

El maestro Muti contó, como ejemplo de lo anterior, lo que ya ha narrado en ocasiones anteriores, que durante más de 20 años realizó con los músicos de la Scala una gira europea llamada “La ruta de la amistad”, durante la cual llevaron música a diferentes lugares en los cuales invitaron a los músicos a unirse a ellos.

Comenzaron en Sarajevo, cuando la ciudad estaba completamente destrozada. Después de la interpretación de la Tercera sinfonía de Beethoven y la Canción del destino de Brahms, miles de personas lloraron tratando de encontrar en la música una respuesta a la tragedia que estaban viviendo.

En esa ocasión invitaron a los músicos de Sarajevo a tocar con ellos y se sentaron uno cerca del otro: eran personas de diferentes culturas y religiones y la música los hizo amigos. Lo mismo sucedió en Damasco, El Cairo, Armenia, Moscú y todo con el mismo concepto.

Riccardo Muti expresó su alegría por estar junto con todos los músicos de la OSC en México donde estuvo hace dos años con la Filarmónica de Viena.

Aseguró que en música no se puede ser “matemáticamente correcto y exacto. Uno debe tratar de entender las notas, su dinámica y velocidad. Estos son los elementos que los compositores escribieron en las partituras. Pero la verdadera música es aquella, como lo dijo Mozart: ‘La música es lo que queda entre las notas’, es un pensamiento muy profundo, entre una nota y otra, lo que está es el universo y eso es imposible de comprender. La intención original de las composiciones son un misterio, nadie lo puede descifrar. Esto es la magia de la música, en comparación con las demás artes, que se pueden apreciar y juzgar. La música no se puede ver, ni tocar, ¿qué es la música?”

Si la música desapareciera, dijo, el mundo sufriría terriblemente porque las sociedades necesitan la música para poder sobrevivir y expresó su idea acerca de la obligación y deber que tenemos de ayudar a todos los nuevos compositores y creadores. “Si no lo hacemos y nos detenemos será el fin y la creatividad morirá”.

Riccardo Muti estará al frente de una de las agrupaciones con mayor tradición en la historia de la música actual, la Orquesta Sinfónica de Chicago (OSC), con más de 120 años de vida artística, que se presentará en el Teatro Juárez, en el marco de la 40 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC).

El programa estará integrado por la Sinfonía en re menor de César Franck (1822-1890) y la Sinfonía No. 2 en re mayor Op. 73 de Johannes Brahms (1833-1897).

En colaboración con directores de renombre internacional, la OSC realiza más de 150 conciertos al año. Las grabaciones de la agrupación han ganado 62 premios Grammy de la Academia Nacional de las Artes y Ciencias de Estados Unidos. En 2011, la grabación Messa de Requiem de Verdi con Riccardo Muti fue reconocida con dos premios Grammy al Mejor Álbum Clásico y a la Mejor Interpretación Vocal.

Desde 2010, Riccardo Muti es director musical de la OSC. Originario de Nápoles, Italia, Muti estudió piano en el Conservatorio de San Pietro a Maiella, en su ciudad natal. Posteriormente, recibió un diploma por Composición y Conducción en el Conservatorio Verdi en Milán.

En 1967 ganó el primer lugar de la Competición Guido Cantelli de Milán. En 1971 fue invitado por Herbert von Karajan para conducir el Festival de Salzburgo. El músico realizó su debut con la OSC en julio de 1973. Ha sido director musical de la Orquesta Filarmónica de Londres, la Orquesta Filarmónica de Filadelfia y el Teatro alla Scala. Además, ha conducido la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Nueva York, la Bavarian Radio Symphony Orchestra y la Filarmónica de Viena, entre otras agrupaciones.

En 2004, Muti fundó la Orquesta Joven Luigi Cherubini, integrada por músicos seleccionados entre 600 jóvenes italianos. En 2010 recibió la condecoración de oficial de la Legión de Honor del gobierno francés. Además, fue nombrado caballero por la reina Isabel II y en mayo de 2011 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, de España.

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