Oaxaca, México.- “La poesía nunca ha estado en su momento de gloria, todos los días decretan que murió y todos los días está más viva. Tengo 65 años y todo el tiempo he escuchado que la poesía no se vende, que ya se acabó. Sí se vende y no se ha acabado, posiblemente no haya best seller de poesía, pero las editoriales la publican y circula, creo que es un decreto que no corresponde a la verdad”, comentó en entrevista el poeta y ensayista Darío Jaramillo.

El reconocido escritor nacido en Antioquia, Colombia, en 1947, participa en el Segundo Festival Internacional de Poesía y Prosa, organizado por el Conaculta y que se desarrolla en La Ciudadela: La Ciudad de los Libros y la Imagen, un lugar apto y mágico para leer poesía, en opinión del autor de Historia de Simona.

“Después de conocer La Ciudadela pienso que el lugar en sí mismo es poético y que inspira, el tamaño de sus patios y la altura de sus techos hacen que sea un espacio como ceremonial, litúrgico. Es la belleza del recinto lo que me parece sobrecogedor y que creo es muy adecuado para leer poesía.

“La Ciudadela me parece un homenaje al libro, a la cultura, al papel, cada biblioteca está diseñada con una sofisticación excepcional; cuando supe que el evento se realizaría ahí me pareció maravilloso”.

Jaramillo señaló que el Festival, evento en el que participarán 15 autores nacionales e internacionales, será el lugar en donde los poetas se reunirán para leerle al público: “Aquí está uno para dar, darse y recibir el calor de la gente”.

El poeta indicó que no hay sino un género en la literatura que es la poesía. “Lo que tiene de literatura una novela, un ensayo o una prosa cualquiera es la capacidad de producir una emoción poética. Existen diferencias en el proceso creativo, uno para escribir una novela necesita cierta disciplina, en cambio para escribir poesía se debe esperar a que el poema llegue o no llegue. Yo he escrito novelas con la intención de producir la emoción poética”.

Jaramillo, considerado uno de los mejores poetas de su país, confesó tener “grandes dudas” sobre lo que ha escrito. “Siempre estoy esperando a escribir un buen día mi mejor poema, pero no tengo la vanidad del escritor y me gustaría tenerla porque eso da mucha seguridad. Nunca he ejercido la literatura como una profesión, tengo espíritu de aficionado, de amateur, lo que me gusta porque entonces me sitúo en un terreno en que no tengo plazos para escribir, pero no creo haber escrito lo que considero me diera una posición como poeta o como novelista, algún día lo podré lograr pero ahora sigo de aprendiz.

“Creo que es cuestión de carácter, soy una persona insatisfecha en todo y eso sirve para tratar de hacer algo mejor”.

Al escribir el original de sus textos, ya sean novelas, ensayos o poemas, los realiza a mano, con una pluma marca italiana. “Cada vez que se acaba la tinta voy al tintero y la mojo, sigo escribiendo en libretas de taquigrafía por un solo lado y luego los transcribo al computador.

“Cuando escribo trato de ir resolviendo un problema cada vez, al iniciar un texto es volcarse sin pensar en la forma, es soltar lo que tengo por decir, al escribirlo al computador es cuando hago más trabajo de carpintería cuando corrijo y reflexiono cada palabra. Me interesa no tanto el qué sino el cómo, en esa etapa de transcripción es cuando ocurre el oficio de elaboración de texto, de refinación, de reordenamiento, de buscar la palabra exacta”.

Comentó que él no para de escribir poesía, misma que aparece cuando le da la gana. “A veces se cree que apareció el poema que uno esperaba y no es así. Soy muy estricto conmigo mismo, corrijo mucho, reescribo, no publico hasta después de muchos años de haber escrito algo. Soy una persona convencional, disciplinado, puntual, organizado en mi vida, y trato de serlo en el trabajo, tal vez porque le tengo temor al caos, al desorden mental o a la locura y trato de adoptar ese otro tipo de locura que es ser organizado”.

El ganador del Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus 1977 adelantó que en su participación en el Segundo Festival Internacional de Poesía y Prosa leerá poemas de amor y sobre gatos, pero confesó asustarle la idea de leer en público.

“Me asusta mucho leer en público, no es fácil para mí, entonces lo que hago para tratar de mermar el miedo escénico es que ensayo la lectura que realizaré en voz alta para poder leerla lo mejor que pueda. He notado que esos poemas funcionan bien en lecturas públicas, la última vez logré salir avante con ellos”.

El Segundo Festival Internacional de Poesía y Prosa se realiza del 23 al 26 de octubre en La Ciudadela: La Ciudad de los Libros y la Imagen, ubicada en Plaza de La Ciudadela 4, Centro Histórico. También contará con la participación de Titos Patrikios, Carol Ann Duffy, Jaime Siles, Martin Mosebach, Elena Poniatowska, Héctor de Mauleón, Francisco Hernández, Juan Villoro, Víctor Manuel Mendiola, Élmer Mendoza, Sergio Mondragón, María Baranda y Sabina Berman.