Vidal Pineda Oaxaca, México.- Autor de La prueba del ácido y Balas de Plata, y ahora de Nombre de perro,  con la cual cierra la trilogía de novelas protagonizadas por el zurdo Mendieta, ele scritor sinaloense Elmer Mendoza, quien en sus obras se ha dedicado a escribir sobre narcotráfico y violencia, dijo en entrevista que en estos tiempos la violencia se ha convertido en estética, esto porque existen un gran número de escritores, cineastas y dramaturgos que la están utilizando como tema central de las expresiones artísticas. Mendoza (Culiacán, Sinaloa,  1949), estuvo en Oaxaca presentando, en la XXXII Feria Internacional de Libro de Oaxaca, su más reciente publicación, y en entrevista explicó que la narcoliteratura es la forma que los escritores han adoptado para escribir sobre la violencia, un ejercicio muy importante porque quienes provocan la violencia en México quisieran que no se contara nada, “es decir, que lo dejáramos pasar y no expresáramos que están experimentando 110 millones de mexicanos, yo creo que hay que contarlo, los códigos que manejamos los novelistas son distintas a los de los periodistas, digamos son menos agresivos pero hay que contarlo también” Pero – continua - no solamente somos los escritores los que nos hemos ocupado del tema, también están los artistas plásticos, los de danza contemporánea, el cine, la música, pero las novedades son que el años pasado, hubo una ópera que se llama Camelia y este año Sabina Berman hizo una obra  con el tema que se llamó El narco negocia con Dios, esto se ha ampliado tanto que se ha convertido en una estética, en una forma de tratar la violencia, la podredumbre social, pero a la vez la angustia, la desesperación, el dolor de nuestro país lo hemos convertido en un material para hacer algunas piezas que expresen lo que estamos pasando. Mendoza, quien ha estado al tanto de la ola de escritores que han tratado el tema del narcotráfico en México, reconoce que la  narcoliteratura puede estar funcionando para que la gente sepa que estamos en una época que se recordará, pero no por su dulzura sino por la crueldad que estamos padeciendo.

Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, el escritor afirma que ser novelista es una vocación que requeire de una entrenamiento intenso y largo, que requiere de muchos aspectos a estudiar, de conocer qué y cómo lo hacen otros novelistas, sobre todo en el tema del narcotráfico, sin embargo, señaló que muchos de los que trabajan con el tema de la violencia es porque han tenido una idea previa en la cabeza,

“Con tantos años que hay delincuencia en el mundo,  lo de menos es que en este sexenio haya habido una guerra con tanta mortandad, siempre la mayor parte de las casos ya los traigo en la cabeza,  simplemente algún dato, algún estilo de asesinar o alguna forma de nombrar la forma de matar son las que pudiera rescatar en un momento dado”. Mendoza ha dicho que “ha llegado un momento en el que la violencia no nos sorprende como antes", sin embargo, reconoce que los medios de comunicación han nuigado un papel muy importante para magnificar la situación, pues asegura que en su natal Sinaloa las cosas no están tan mal, sin embargo, la mala prensa ha creado esa fama por el hecho que existe un cartel que lleva el nombra del lugar, y porque además “los grandes jefes” son oriundos del lugar, “pero actualmente Sinaloa es un estado habitable, y claro con la guerra hemos tenido que tomar ciertas medidas, pero bastante leve, nada que ver con la forma que viven en otros lugares, afortunadamente”, concluyó.