Belem ZAPATA/El Mañana Oaxaca.- En un debate presidencial, la imagen y el lenguaje no verbal de los contendientes tienen mayor impacto entre los electores que el discurso o sus compromisos, coincidieron politólogos y analistas consultados por CNN. “Habrá una mayor exposición de los candidatos de manera menos acartonada y menos planeada de lo que normalmente los vemos y ahí es donde podemos detectar si son convincentes o no, incluso algunos rasgos de personalidad”, dijo el analista José Antonio Crespo. El politólogo y exconsejero del Instituto Federal Electoral (IFE), Jorge Narro Monroy, recomendó “fijarse si los candidatos están diciendo lo que creen o lo que ensayaron y tienen escrito en sus tarjetas de apoyo”. El elector deberá considerar cuatro aspectos: ¿qué tanto saben de los temas del país?, ¿qué cifras manejan?, ¿qué proponen en términos concretos?, y los cómos, detalla el profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Narro Monroy colocó en el mismo nivel de importancia tanto lo que digan como lo que evadan o dejen de lado en temas como derechos humanos, migración de Centroamérica, monopolios, reforma fiscal, medio ambiente, reforma del estado y acciones concretas para combatir el crimen organizado. Quienes sigan el debate del próximo domingo, deberán considerar también la capacidad de reaccionar de cada uno de los contendientes ante alguna eventualidad, planteamiento no previsto o ataque, señala el responsable del Observatorio de Medios del ITESO, Juan Larrosa Fuentes. “El formato no lo permitirá tanto, pero podrían observar si hay alguna reacción visceral entre ellos, si se enojan o tienen la inteligencia necesaria al momento de responder a algún ataque”, refirió. La improvisación ¿un punto débil? Los analistas coincidieron en que el candidato más débil para improvisar o responder a los cuestionamientos parece ser hasta ahora el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto. Recordaron el incidente en la Feria del Libro de Guadalajara, donde no pudo recordar el título de tres libros, así como su resistencia a acudir a debates o encuentros con el resto de los candidatos, más allá de los que está obligado por ley. “Hay varios ejemplos previos donde podemos ver que no es su mejor lugar, hay que ver si se preparó para el caso o lo vuelven a tomar con la guardia baja”, dijo Larrosa Fuentes. El analista político, Sergio Aguayo puntualizó en los temas que podría dejar de lado el candidato del PRI, como el aborto o su relación con el exgobernador del Estado de México, Arturo Montiel, sobre los cuales ha evitado pronunciarse. Otro aspecto en el que coincidieron es que Peña Nieto —a quien las encuestas colocan en primer lugar de la contienda— será el blanco de ataques por parte del resto de los contendientes: Josefina Vázquez Mota del Partido Acción Nacional (PAN), Andrés Manuel López Obrador del Movimiento Progresista y Gabriel Quadri del Partido Nueva Alianza. “Será interesante ver si Andrés Manuel, Josefina o Quadri se salen del esquema acartonado y le hacen alguna pregunta incisiva y bien planteada a Peña, lo cual me parece fundamental para empezar a entender a este personaje tan enigmatico”, agregó Aguayo. El primero de los dos debates que por ley debe organizar el IFE se realizará el próximo domingo 6 de mayo a las 20:00 horas en el World Trade Center (WTC) de la Ciudad de México. El segundo se efectuará el domingo 10 de junio en Guadalajara, Jalisco, a tres semanas de las elecciones del 1 de julio.