Oaxaca, México.- La Compañía Nacional de Danza (CND), bajo la dirección de Sylvie Reynaud, realizó anoche el ensayo general del ballet clásico
El lago de los cisnes, que en su edición 36 ofrece funciones del 24 de febrero al 25 de marzo en el escenario natural de la Isleta del Lago del Bosque de Chapultepec.
Una de los bellas y majestuosas puestas en escena, coreografía de Lev Ivanov y Marius Petipa, que reúne belleza, magia y amor, vuelve a presentarse en La Isleta del Lago, donde cautivará al público por la excelente actuación de los 120 bailarines en escena.
La agrupación dancística, que desde hace 36 años presenta esta coreografía de ballet en la Isleta del Lago de Chapultepec, cuenta con una escenografía natural y perfecta para escenificar esta historia de amor, que incluye cisnes y caballos.
El lago de los cisnes, que se desarrolla en cinco escenarios del Lago, ha sido merecedor de reconocimientos como La Luna del Auditorio Nacional en la categoría de Danza 2004 y el de la Unión de Críticos y Cronistas de la Ciudad de México.
Una historia de príncipes y princesas, rey y reina, se desarrolla en torno al amor, intrigas y hechizos, con una estupenda ejecución de los bailarines de la CND, quienes no solamente muestran sus dotes artísticos, sino también de actuación, e incluso de equitación.
Se trata de la historia de
Sigfrido, un príncipe que al llegar a la mayoría de edad es invitado por sus amigos a una cacería en el lago cercano con el propósito de distraerlo de su indecisión para elegir consorte.
La escena, como la del resto de la obra, es desarrollada por
Sigfrido y sus amigos con movimientos de ballet de una maestría maravillosa.
Los jóvenes cazadores encuentran un lago dominado por el brujo Von Rothbart, quien al verse desfavorecido por la mirada de “Odette” la transforma en un precioso cisne junto con su corte.
Sigfrido conoce a
Odette al filo de la medianoche, al presenciar el desencantamiento de los cisnes, pero son vistos por
Von Rothbart en su encuentro, por lo que busca venganza e interponerse entre ellos.
Solamente en las noches se puede apreciar la belleza de
Odette, pues en ese momento recupera su figura de mujer, quien aprovecha cada instante para bailar junto con su corte, en magníficos movimientos de ballet, que llaman mucho más la atención de
Sigfrido.
El príncipe debe enfrentar al brujo para romper el hechizo y lograr el verdadero amor, el de la reina de los cisnes, por lo que él y
Odette enfrentan los poderes mágicos de
Von Rothbart para, finalmente, hacer triunfar el amor.
El lago es escenario y cómplice de la historia, es el sitio desde el cual cazadores y cisnes contemplan una embarcación que surca las aguas llevando consigo a una mujer y a un hombre enamorados.
El lago de los cisnes se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877 y, paradójicamente, no fue muy aceptado. Sin embargo, en 1895, con la nueva coreografía de Lev Ivanov y Marius Petipa, logró un gran éxito en el Teatro Marinsky de San Petersburgo.
En México, desde 1977, el repertorio de la Compañía Nacional de Danza incluye este ballet con una nueva versión, única, pues posee un escenario natural excelente para su presentación: la Isleta del Lago del Bosque de Chapultepec, en donde se ha creado un espléndido espectáculo basado en esta obra maestra del ballet clásico tradicional.