Ciudadania Express
Jueves 01 de noviembre, 2012. 11:35 am

Memoria sonora de la música y la muerte en Oaxaca, al acervo de la FONAL

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Oaxaca, México.- Como resultado de nueve años de investigación, notas y grabaciones de campo, el disco Somos el instrumento de Dios: La música y la muerte en el Valle de Oaxacarecupera un pasado y prácticas que, hasta hace pocos años, tenían un uso y una función dentro de la vida festivo-ritual en los pueblos del Valle de Oaxaca.

Dicho material será presentado por Edgar Serralde Mayer y Gonzalo Sánchez Santiago, el miércoles 31 de octubre a las 19:00 horas, en la Fonoteca Nacional, e ingresará al acervo sonoro de dicha institución del Conaculta.

En compañía del etnomusicólogo Sergio Navarrete Pellicer, los músicos y artífices del disco hablarán del fenómeno de la muerte no sólo en el Día de los Fieles Difuntos sino en otras celebraciones como el carnaval y en rituales mágicos de oposición a la muerte.

Edgar Serralde y Gonzalo Sánchez destacarán el trabajo de registro de expresiones poco conocidas o que han caído en desuso como El rosario cantando, interpretaciones con rasgos del tiempo de la Colonia, a cargo de jóvenes apóstoles; o la Décima de angelito, fandango realizado al fallecer un niño para festejar a las almas puras.

En el disco Somos el instrumento de Dios: La música y la muerte en el Valle de Oaxaca se podrán escuchar géneros musicales como la marcha, el jarabe, la polka, la canción ranchera y marchas fúnebres, que hablan del sentido de diversas celebraciones, en el calendario, en las que la música y la muerte se dan la mano.

De acuerdo con Edgar Serralde: “En Oaxaca el Día de Todos Santos es una fiesta en la que el sonido y la música difícilmente quedan excluidos […] testimonio de esto son los puestos de discos compactos ubicados en los tianguis y fuera de los panteones. Su objetivo es proveer a los familiares del difunto la música que a éste en vida agradaba y rememorar con ella su presencia en el seno familiar.

“Otro punto que corrobora la necesidad de la música en estas fechas, es el número considerable de músicos ambulantes que recorren los panteones ofertando sus servicios, a fin de que los dolientes puedan cumplir con el compromiso de llevar las melodías que en vida deleitaban al familiar”.

En pocos años —explica Serralde Mayer—, los cambios culturales, sociales, políticos y económicos han modificado esas prácticas. En la actualidad, sólo quedan en la memoria colectiva de los abuelos. Sin embargo, al ponerlos en un disco, se fomenta la escucha y es posible hacer lo imposible: traer al presente ese pasado mítico que nos habla de otro tiempo, de otro mundo, de otra realidad y otra escucha, en el que la música se vuelve el medio de comunicación factible entre lo divino y lo terrenal, entre lo sacro y lo profano.

El disco Somos el instrumento de Dios: La música y la muerte en el Valle de Oaxaca está integrado por 25 ejemplos que hablan de las prácticas sonoro-musicales de las comunidades de Santa Catarina Minas y San Antonino Castillo Velasco, Ocotlán; San Bartolo, Coyotepec; San Luis Amatlán, Miahuatlán; San Sebastián, Etla; Cuilapan de Guerrero; Santa Cruz Xoxocotlán; Santa María Atzompa y la Ciudad de Oaxaca de Juárez.

La Fonoteca Nacional se ubica en la calle Francisco Sosa No. 383, Col. Barrio de Santa Catarina en Coyoacán. A dos cuadras de la estación del metro Viveros. Informes al teléfono 41 55 10 07. En la página web www.fonotecanacional.gob.mx o en la dirección electrónica informesfonoteca@conaculta.gob.mx

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