Nelson Rodríguez/CIMAC
Oaxaca, México.- Doce organizaciones de la sociedad civil (OSC) que trabajan con mujeres, adolescentes y jóvenes se quejaron de la decisión unilateral del Fondo Mundial contra el VIH/Sida y la Junta Directiva del Mecanismo Coordinador de País (MCP), de excluirlas de la segunda etapa de la estrategia nacional de lucha contra la pandemia en Nicaragua.
Ana María Pizarro, del organismo Sí Mujer, que trabajaba hasta el año pasado en la estrategia de lucha contra el VIH/Sida en el país centroamericano, dijo que “no es un problema de dinero, sino que Nicaragua está cambiando de estrategia sin tomar en cuenta a las mujeres, adolescentes, jóvenes y niños y niñas”.
El Fondo Mundial que aporta recursos para esta estrategia recomendó al gobierno nicaragüense, especialmente al MCP (instancia integrada por dos representantes oficiales y tres organizaciones civiles) que en esta segunda fase enfocarían sus esfuerzos únicamente en tres poblaciones: hombres que tienen sexo con hombres (HSH), personas transgénero y mujeres en condición de explotación sexual comercial, para la realización de intervenciones de prevención y atención del VIH/Sida.
Pizarro dijo que “el país debió haber analizado las consecuencias de tomar esa decisión precipitada, no fue consultada, nos enteramos por una carta firmada por cuatro personas de la sociedad civil, no nos llamaron para informarnos”.
Cualquier cambio de estrategia debería ser basado en estudios científicos, en investigaciones que no se han hecho o que desconocemos que se hayan hecho aquí en Nicaragua, para tomar esta decisión que afectará a miles de mujeres en todo el país, especialmente en las zonas rurales donde tienen presencia las organizaciones que fueron excluidas.
En un pronunciamiento, las 12 OSC manifestaron que en todo caso los estudios e investigaciones a nivel nacional no demuestran que adolescentes de ambos sexos no deben ser considerados prioridad en la atención y prevención del VIH/Sida, al contrario, el 63 por ciento de la población nacional lo conforman jóvenes y mujeres que necesitan ser atendidos en diferentes acciones de prevención, como se ha venido desarrollando a lo largo de estos años.
Estas 12 OSC, muchas de ellas con más de 20 años de experiencia como el organismo Sí Mujer, complementan el trabajo del Ministerio de Salud, inclusive son los que capacitan en muchos casos a personal de salud, de educación, de la policía nacional, de las comisarías de la mujer, del personal judicial sin ningún tipo de distinción, dijo la doctora Pizarro.
Denunció que además de excluirlas de la estrategia, les han informado que el MCP les retirará los equipos y medios de transporte donados para este fin, lo cual consideran una falta de respeto al trabajo aportado por las organizaciones civiles a lo largo de estos años, y que de concretarse sentaría un mal precedente en el país, lamentó la activista.
En contraste, Arely Cano, presidenta la Asociación de Personas que conviven con VIH y Sida (ASONVIHSIDA) e integrante de la Junta Directiva del MC, dijo que no se trata de un retiro de fondos, sino que es un cambio de la estrategia recomendada por el Fondo Mundial y que prácticamente de no hacerlo el país quedaba fuera.
Según Cano, el MCP decidió acatar la recomendación del Fondo Mundial que deja claramente establecido que para continuar en esta segunda fase de la estrategia se trabajara únicamente con organizaciones que prioricen a los HSH, las personas transgénero y a las mujeres en condición de explotación sexual, incluso el aporte para esta fase disminuyó.
No obstante reconoció que esta medida deja en desventaja a las mujeres, las adolescentes y las y los jóvenes, especialmente niñas y niños huérfanos, y es por eso que como organización demandarán al Estado nicaragüense tomar acciones para evitar que la brecha se abra más.
La Red de Salud de Mujeres Latinoamericanas y Caribeñas expresó su respaldo a las OSC nicaragüenses excluidas de esta estrategia, lo cual tendría como consecuencia un alto riesgo epidemiológico si hay un retiro como se ha anunciado.
“El Ministerio de Salud no tiene la capacidad de dar respuesta a una emergencia que se podría presentar”, dijo Sara Enríquez, activista de la Red.
La Fundación Xochiquetzal, aunque está incluida en esta segunda fase de la estrategia, se solidarizó con el resto de las agrupaciones.
“Queremos dejar una evidencia que no estamos de acuerdo, que no ha sido la mejor decisión… y nos preguntamos qué va a pasar con la sostenibilidad de las acciones logradas hasta hoy; las organizaciones nicaragüenses no comenzaron la prevención del VIH y Sida con el Fondo Mundial, trabajamos desde antes y lo vamos a seguir haciendo, pero nos preocupa que pasemos de una epidemia concentrada a una epidemia generalizada donde las mujeres, los niños, los adolescentes y los jóvenes sean los más afectados”, dijo Yelba Jarquin, de la Fundación Xochiquetzal.
El trabajo de las organizaciones y de las instituciones del Estado ha dado buenos frutos porque Nicaragua reporta menos casos de VIH y Sida que el resto de Centroamérica: hasta 2011 se reportaron de manera oficial mil 170 nuevos casos para un acumulado de 6 mil 683 y 941 fallecidos desde 1987 en que se reportó el primer caso.