Ciudadania Express
Martes 07 de febrero, 2012. 02:57 pm

Presentan alfabeto de la restauración digital

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Oaxaca, México.- En el rescate de los materiales audiovisuales, la mayoría de los expertos se enfrentan a problemas físicos, químicos y los ocasionados por el uso y el trascurso del tiempo, aseguró Céline Stéphanie Pozzi, especialista de la universidad de Bologna, Italia, durante la conferencia Alfabeto de la restauración digital: terminología y aproximaciones. La célebre restauradora de filmes compartió sus conocimientos con el público este 7 de febrero en la Sala Murray Schaffer de la Fonoteca Nacional, donde dio cuenta de sus diversas experiencias con películas realizadas desde principios del siglo XX hasta nuestros días. De manera altamente técnica, la especialista mostró diversos ejemplos de películas afectadas por el nitrato y cuyos daños provienen desde el negativo, el positivo, así como el polvo acumulado y la afectación ocasionada por las propias maquinas de proyección. “Cuando tenemos un material de tercera generación, todos estos inconvenientes se acentúan, por ello muchos softwares de restauración han estado en una constante evolución para ofrecer diversas herramientas para quienes desean revivir filmes”. En las máquinas de impresión de los escáners actuales, dijo, es necesario un empalme cada vez más delgado, proceso que permite digitalizar los filmes. Y subrayó que hasta en el proceso de restauración se deben cuidar los materiales y su manipulación para no acentuar su daño. “La falta de emulsión en las películas es una de las señales de que se está perdiendo la nitidez, muchos problemas provienen directamente del proceso llamado Technicolor, pues estaba filmado con tres matrices diferentes, mismos que con el paso del tiempo arrojan materiales que presentan una decoloración verdosa”. Pozzi mencionó que en la restauración hay que respetar aspectos que no son del todo malos, entre ellos la llamada “lluvia” que afecta a los celuloides y que en pantalla serían una especie de pátina de la edad de la película. “Hay veces que en su afán de perfección, un especialista quita digitalmente la mayor parte de la lluvia de las imágenes, dándole un aspecto muy contemporáneo, lo cual puede ser contraproducente desde el punto de vista histórico”. La conferencista mostró imágenes en las que pudo apreciarse filmes completamente afectados por el nitrato, así como materiales antiguos cuyos filmes han comenzado a encogerse, lo cual dificulta su instalación dentro de un aparato de proyección. “Los materiales tienden a perder su cualidad elástica y a menudo es muy difícil rebobinarlos o adelantarlos, por ello el restaurador debe tener una gran paciencia para restaurar a menudo una película a través de muchos segmentos”. Comentó que uno de los daños más frecuentes que presentan los materiales antiguos es la grasa de las huellas digitales de los proyeccionistas que las manipularon durante muchos años y que en el peor de los casos llegan a adherir dos placas de celuloide. “El estándar de la restauración internacional obliga a los especialistas e investigadores a utilizar siempre guantes en la manipulación de rollos cinematográficos, un estándar que desafortunadamente no existía en el pasado”. Entre los problemas más difíciles que presenta la restauración de películas destacó los rasguños verticales a través de varios cuadros, sobre todo en los negativos, porque hay que utilizar un clonador de detalles para volver a restablecer la imagen. “Es un trabajo que requiere una gran paciencia, a menudo hay imágenes que tienen un gran movimiento, como un baile, y la reconstrucción a través de la interpolación debe tomar en cuenta el ritmo de la acción”. Finalmente, la restauradora mostró diversos ejemplos de software que se aplican actualmente a la restauración especializada y concluyó: “Todos estos términos técnicos, sistemas y conceptos especializados forman parte de los nuevos lenguajes de la restauración, es un alfabeto que todos debemos conocer para mejorar nuestra labor. “No obstante lo más preciado en un restaurador más allá de la tecnología, es su paciencia, aún con estas herramientas es posible pasar una semana entera corrigiendo una sola toma o invertir más de dos mil horas en mejorar un filme, es un trabajo para verdaderos amantes del cine”.
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