Oaxaca, México.- Enrique Peña Nieto ha asumido de manera plena la investidura de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. El acto republicano celebrado en la Honorable Cámara de Diputados y ante el pleno del Congreso de la Unión, ubicó en su justa miserable dimensión, la provocación que cerca del recinto legislativo montaron los personeros de los grupos “carne de cañón”  y del “infantilismo de izquierda”. Todavía más. El acuerdo suscrito al día siguiente de esta ceremonia, por los tres principales partidos políticos nacionales, representados en el Congreso, teniendo como testigo al Presidente de la República, da constancia del compromiso que Peña Nieto asumió con la ruta de la concertación desde su campaña electoral. Este transcendente pacto político, sustentado en la firma de acuerdos con propósitos y metas específicas, correlativas a las trece grandes decisiones para afrontar los grandes problemas nacionales, además de darle rumbo a la nación, emplaza a las corrientes políticas reticentes a la concertación y a aceptar la legitimación del nuevo régimen, a que acepten la inutilidad del sectarismo y revanchismo. En Oaxaca, el gobierno de Gabino Cué Monteagudo cuenta entre los titulares de algunas secretarías con voceros de ese sectarismo. En el Poder Legislativo, también esta corriente cuenta con cierta influencia en la definición de las posturas del gobierno en su conjunto, sobre todo ante la Presidencia de la República. Sería una lástima, que el ejecutivo y el Legislativo cerraran los ojo ante las posibilidades que abre el pronunciamiento presidencial y el pacto tripartita, y le dieran todavía margen de maniobra a los que necesitan del encono y la rijosidad para vivir política y socialmente. Nosotros, los constructores del Partido Concertación Mexicana, especialmente en Oaxaca, nos comprometemos a impulsar el cumplimiento de las trece grandes decisiones, bajo la perspectiva de la justicia social y las bondades del pacto tripartito, con la esperanza de que aquí en Oaxaca también pudiéramos emular la concertación con el gobierno y todas las corrientes políticas.