Oaxaca, México.- Todo buen sonido inicia por un buen micrófono y por las puertas mágicas que abre para los escuchas, aseguro José Romay al participar, junto con el ingeniero Axel Muñoz, en el ciclo “Detrás de la pizarra” en la Fonoteca Nacional.

Como parte del tema “Las emociones del micrófono”, el sonidista mexicano mostró a los asistentes a la Sala Murray Schaffer, la noche de este lunes 11 de junio, algunos de los aparatos diseñados por su padre y que permitían el registro del sonido en las primeras películas del cine mexicano.

“Los micrófonos son aparatos maravillosos a los que la sociedad debe mucho, pues han permitido su comunicación y expresión a lo largo de las décadas”, afirmó Romay, quien esta convencido que todos los elementos logísticos del cine han sido adaptados a lo largo de las décadas al sonido.

“Cuando el cine se hizo sonoro se tuvieron que adaptar los sets a los micrófonos e incluso los estilos de dirección, teniendo además su propio proceso para hacerlo óptico dentro de los laboratorios de revelado”.

Al respecto, Axel Muñoz dijo que el sonido revolucionó también las cámaras, pues al principio éstas hacían mucho ruido al momento de filmar y eso entorpecía el rodaje.

“Eso, sin contar que nació un nuevo tipo de actor que cuidaba más la voz y sus tonalidades, además de que los ingenieros tuvimos que buscar nuevos escondites para colocar los micrófonos en los sets, por lo general, el lugar favorito era un florero”.

Aseguró que en una película el sonido no miente y aporta toda la parte emocional, las expresiones de los actores pueden ser correctas pero si la entonación no es adecuada, no conectan con el espectador.

“En lo personal, durante una película trato de evitar llegar al doblaje, porque creo que en nuestro país los actores no están acostumbrados a hacerlo y el lograr el tono emocional de una actuación que ya había quedado es algo muy difícil, prácticamente es volver a dirigir y sincronizar”.

Durante la sesión, Romay mostro escenas de Santa, la primera película con sonido y también en ser doblada, además de La banda del automóvil gris, para la que se realizaron todos los ambientes grabados por separado, desde el cierre de puertas hasta los pasos de los actores.

Asimismo, invitó a algunos asistentes a participar en una sesión de doblaje colectiva, quienes pudieron insertar sus voces a numerosas secuencias famosas. Finalmente, Axel Muñoz aseguró que el sonido llegó para poner en orden al cine, siendo la prioridad que los diálogos tengan una buena calidad.

“Los micrófonos fueron el puente de comunicación entre las escenas y el espectador, así como herramientas como el doblaje o el llamado roomtone que da continuidad y ambiente a las escenas, por ello podemos afirmar que el sonido es el verdadero mar de emociones donde navega la cinematografía”.