Oaxaca, México.- Documentos que dan cuenta de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), se ha trasladado a la  Biblioteca de Burgoa, el Archivo Histórico Institucional, donde se ha iniciado su reorganización, catalogación y futura digitalización, para ponerla a disposición como fuente de consulta. En entrevista con Cesar Bautista Mata, encargado del Archivo Universitario, explicó que se trabajará en varias etapas a manera de constituir una catalogación organizada, de tal forma que se permita una ágil localización de los documentos a fin de ponerlos a disposición de investigadores y estudiantes, interesados en conocer la historia universitaria. Agregó que, en el archivo se encuentran documentos relacionados con actas de exámenes, calificaciones, correspondencias, listado de alumnos y documentos hemerográficos, así como todo lo relativo a información general desde la creación del Instituto de Ciencias y Artes hasta que pasa a ser Universidad. Su importancia recae principalmente en el registro académico de los primeros estudiantes del en ese entonces Instituto, cuyas cátedras iniciales fueron: medicina, derecho civil y natural, derecho público, derecho canónico, historia eclesiástica, economía política, estadística, física, geografía, lógica, matemáticas, ética, inglés y francés. Bautista Mata, dijo que se ha iniciado la reorganización de todo el material, y en breve se conocerán claramente los datos que contiene, mientras tanto, se cree que pudieran encontrarse los expedientes escolares de los grandes personajes que pasaron por las aulas del instituto, como lo fue el rector supremo de la universidad, Don Benito Juárez García, Porfirio Díaz, José Vasconcelos y Matías Romero. En este sentido, se ordenarán cronológica y temáticamente cada uno de los documentos contenidos en el archivo desde 1827 a 1950, de tal forma que pueda servir como referencia a actividades de investigación, o bien de reencuentro de la identidad universitaria. Al respecto, el entrevistado ponderó el interés del rector de la UABJO Eduardo Martínez Helmes y la directora de la Biblioteca Isabel Grañén Porrúa, por rescatar y conservar este acervo histórico, no sólo para la Universidad, sino para el estado, mismo que debe ser preservado, pues forma parte del legado cultural que la Máxima Casa de Estudios aporta a la sociedad.