El 2 de Abril, pero de 1867
A lo que refiere el título de “Héroe del 2 de abril” es esa fecha, pero de 1867. Desde el mes anterior Porfirio sitiaba Puebla, defendida por el general Manuel Noriega. El primero de abril tomó por asalto a esa ciudad y por la madrugada del 2, en una acción que se ha calificado de audaz y brillante, las huestes de Díaz atacaron el convento del Carmen, último reducto imperialista, con lo que Puebla cayó en manos del oaxaqueño. El día 10, cerca de ahí, en San Lorenzo, derrotó al sanguinario “Tigre de Tacubaya”, el imperialista Leonardo Márquez, quien decidió enfrentar a Porfirio cuando debía apoyar a Maximiliano, sitiado en Querétaro, con lo que se aceleró la caída del Imperio. En la batalla del 2 de abril, mostró su heroísmo y perdió un brazo quien después sería compadre de Porfirio y a quien le dejaría “encargada” la presidencia: Manuel González; antes de esto, Díaz lo hizo diputado por Oaxaca, aunque “El Manco” era de Tamaulipas (luego de la presidencia, lo hizo gobernador de Guanajuato por tres periodos). También se cuenta que el mismo Porfirio sufrió un percance que le pudo costar la vida. Dos días antes de la batalla decisiva, al entrar en una casa, el techo se desprendió y le cayó encima al oaxaqueño. Los escombros y una viga le cubrían de la cintura para abajo. Varios soldados intentaron rescatarlo; se corrió la voz de que había perecido. Por fin lo sacaron, pero bajo el cascajo se quedaron sus botas. Porfirio subió a su caballo y cabalgó descalzo para que la tropa supiera que no había muerto.Abril y Porfirio
El mes de abril significó mucho para Porfirio, porque días después de la batalla, el 8 de abril, nació su hija Amada (procreada con Rafaela Quiñones) quien viviría con él doce años. Al destierro del dictador, ella se queda en México y muere en 1962. También un 2 de abril pero de 1880, nace Victoria Francisca; su primer nombre era referencia al éxito de su padre. Ella moriría al día siguiente y su madre la seguiría. Casi dos semanas después de su éxito en la toma de Puebla, el 15 de abril, Porfirio se casaba (por poder) en Oaxaca con Delfina Díaz (luego, Ortega, al ser reconocida por su padre). Este matrimonio tendría repercusiones a la hora de aplicar la Constitución de 1857. Delfina era sobrina de Porfirio, por lo cual la Iglesia se negó oficiar el matrimonio. Pero el 7 de abril de 1880, Delfina, próxima a la muerte (tenía peritonitis puerperal general), le pidió al arzobispo Pelagio Antonio Labastida y Dávalos (uno de los principales artífices de la guerra contra Juárez y uno de uno de los que fueron a Europa a ofrecerle el trono a Maximiliano) que convenciera a Porfirio de que se casara con ella por la Iglesia. El prelado le pintó al presidente los horrores del Infierno y lo convenció de casarse. Pero Porfirio estaba excomulgado por haber jurado defender la Constitución, por lo que Pelagio ahora se negó a darle el sacramento... a menos de que abjurara de la Constitución. Porfirio aceptó, pero Labastida le exigió un documento, así que Díaz escribió: "El suscrito Porfirio Díaz, declaro que la religión católica, apostólica y romana fue la de mis padres y es la mía en que he de morir. Que cuando he protestado guardar y hacer guardar la Constitución Política de la República, lo he hecho en la creencia de que no contrariaba los dogmas fundamentales de mi religión y que nunca hubo voluntad de herirla [...]". También señaló que ya no pertenecía a la masonería ni poseía ningún bien expropiado a la Iglesia. Después de leer la carta, Pelagio Antonio Labastida, los casó.