La titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Vicencio, el director del MoMA, Glenn Lowry, la responsable del Museo del PBA Itzel Vargas y la curadora de ambas muestras, Starr Figura, comentaron el contenido de ambas exposiciones.
Vicencio en su oportunidad recordó que desde hace 14 años no se presentaba una selección de obras provenientes del Museo de Arte de Nueva York, por lo que estas exhibiciones, integradas por 26 grabados de Munch y 249 piezas de 25 artistas alemanes como Vasily Kandinsky, Osckar Kokoschka o Emil Nolde, adquiere especial relevancia.
Resaltó que estas muestras marcan el inicio de una renovada relación de cooperación entre ambos recintos, por lo que adelantó que en el futuro se abrirán nuevas exhibiciones tanto en México como en Estados Unidos. Detalló que la presencia de las piezas estará acompañada por actividades que abundarán en la importancia de las obras expuestas.
En ese sentido, durante el periodo de exhibición se ofrecerá al público asistente al Palacio de Bellas Artes, pláticas, cursos, talleres infantiles, un ciclo de cine –en el caso de la muestra sobre expresionismo alemán-, y visitas guiadas por ambas muestras.
Para la curadora Starr Figura, ambas exhibiciones figuran entre lo más relevante entre las actividades programadas para este año por el MoMA fuera de Nueva York, pues la mayoría de los cuadros incluidos nunca antes había salido de la sede del recinto, por lo que estimó que las propuestas provocarán gran entusiasmo entre los visitantes al Palacio de Bellas Artes.
En cuanto al contenido de ambas series, detalló que se presentan en México con un 90 por ciento de coincidencia con las que están colgadas en la sede de Museo de Arte Moderno, mientras que el sólo el diez por ciento restante son piezas que, o bien estaban almacenadas, o bien pertenecen a coleccionistas particulares europeos.
Así, Figura destacó que estas dos exhibiciones resultan ser, por ese mínimo porcentaje, mucho más atractivas y completas en comparación a lo que se ofrece al público en la ciudad de Nueva York, donde los visitantes no cuentan con las actividades complementarias organizadas para esta visita a la ciudad de México.
En otro sentido, resaltó que a través de las piezas incluidas en esta ocasión, es posible apreciar cómo el movimiento alemán expresionista buscó en un principio resaltar los valores humanos más relevantes, como el amor y los sueños, desde una perspectiva positiva.
Pero esta mirada se transformó luego de la Primera Mundial, ocurrida entre 1914 y 1918 del siglo XX, cuyas cruentas batallas tuvieron un impacto muy profundo en todos los artistas que pertenecían a este movimiento plástico; explicó que los pintores nunca dejaron de trabajar, por lo que cuando se dio la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), ellos se vieron afectados de nuevo.
A través de esas décadas de conflicto, el propio Edvard Munch (Løten, 12 de diciembre de 1863 - Ekely, 23 de enero de 1944), señaló Figura, desarrolló a través de sus grabados una visión que, influida por los conflictos bélicos, busco reflexionar y desentrañar el alma del ser humano.
La obra del artista refleja de muy diversas maneras –abundó Figura-, emociones como el amor, la soledad, la desesperación y la esperanza; pero además, tanto su trabajo como el de sus colegas pertenecientes al expresionismo alemán, tuvieron una gran influencia tanto en las artes plásticas como en el diseño publicitario.
La especialista estadounidense destacó que sus propuestas han tenido influencia en el modo de crear y desarrollar las artes gráficas y publicitarias de nuestros días, lo cual otorga a este par de muestra otra perspectiva relevante, al propiciar una interpretación cercana al espectador.
Las muestras Expresionismo alemán: el impulso gráfico. Obras maestras y Edvard Munch: simbolismo gráfico. Obras maestras, podrán ser apreciadas en el Museo del Palacio de Bellas Artes (Avenida Hidalgo 1, colonia Centro) hasta el próximo 2 de septiembre, en horarios de martes a domingo, de las 9:00 a las 18:30 horas.