Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca, México.- “Peña pendejo, nosotros si leemos” “No más Televisa, somos mayoría”, “No vine por tortas, viene por mis huevos”, No somos porros, somos estudiantes”, fueron algunas de las consignas, que unos 300 jóvenes gritaban en la marcha
Yo soy 132 realizada en el Paseo El Llano.
La tarde se prestó para cobijar con sol y aire fresco a estudiantes de diversas instituciones educativas privadas y públicas que se dieron cita frente al templo de “Guadalupe.
Todos llegaron convocados desde las redes sociales para unirse a la movilización nacional inspirada en la digna protesta de alumnos de la Universidad Iberoamericana contra la mediocridad del candidato de telenovela del PRI, Enrique Peña Nieto, la manipulación informativa de Televisa, Tv Azteca y medios como el diario Milenio, así como de la corrupción de partidos políticos.
Chavos y chavas, llegaban con su cartulinas bajo el brazo, muchas ya elaboradas con leyendas. Otras en blanco para repartir entre los participantes y tatuarlas con las emociones pero sobre todo con la indignación de una juventud que ha sacado la casta ante tanto engaño mediático, de políticos, canales televisivos y partidos.
Eran un puñado de voces “hartas de estar hartas” como decía una leyenda escrita en letras negras en un cartón blanco por unas chicas que no rebasaban los 20 años.
Mezclilla, playeras metaleras unas, otras rosas o verdes, máscaras con la nefasta esfinge de Carlos Salinas - titiritero de Peña Nieto- bolsas estudiantiles con cuadernos y libros al interior, tenis coloridos y por ahí, el Súper Ciudadano, un joven justiciero enmascarado bien “emperifollado” con mallas blancas y capa con lentejuelas plateadas, muy al estilo de El Santo.
Adultos mayores que esperaban comenzar con su tarde de Danzón, otros más dispersos en el Paseo El Llano, escudriñaban con curiosidad el comportamiento de los estudiantes, que muy propios, aunque gritones, marchaban formaditos y en paz.
Caminaban sin aspavientos violentos muy alejados de la forma de lucha del autodenominado “magisterio democrático” al que dieron una lección de civilidad, pues mientras maestros y maestras afectaron a la ciudadanía con la toma de bancos y comercios, la marcha juvenil rodeo El Llano para partir hacia las oficinas de TV-Azteca en la colonia Reforma, siempre con respeto al derecho de terceros.
Comienza a salir el resplandor de pasión, entusiasmo y responsabilidad de una juventud que fue adormecida por el somnífero de la indiferencia no solo por la corroída clase política sino de la sociedad misma, aderezada con la omisión de las burocracias incrustadas en instituciones y poderes a nivel federal y estatal.
“Que vivan los estudiantes” cantara Violeta Parra. Ojalá que su resurrección, nos de la gran sorpresa del Siglo XXI en México, con un voto de cambio total y verdadero.