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Yo nunca me iría de México: Juan Gelman

Domingo 30 de septiembre, 2012.
06:56 pm
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Oaxaca, México.- En reconocimiento a su extensa y fructífera obra, el Instituto Nacional de Bellas Artes entregó su máximo galardón al poeta Juan Gelman el mediodía de este domingo 30 de septiembre en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. “Estoy emocionado y conmovido por esta distinción, para mí es una doble honra, primero porque lo otorga una institución señera de la cultura y las artes del país, la segunda porque este es otro de los tantos actos de generosidad que México ha tenido para conmigo, la misma que ha tenido para los miles de refugiados de distintos países”, expresó Gelman tras recibir la Medalla Bellas Artes de manos de Teresa Vicencio, directora general del INBA. El ganador del premio Cervantes en 2007 expresó en su discurso que estuvo exiliado en varios países de Europa y en Nicaragua, pero que el primer día que pisó suelo mexicano en 1961 quedó fascinado. “Hace 24 años decidí establecerme y quedarme para siempre en México, sostenido por mi amor a este gran país y a una mujer, mi mujer. “Acá estoy rodeado de mi familia mexicana, y del calor amistoso de poetas mexicanos del alma, y eso también es una patria. Yo nunca me iría de México”, puntualizó. Al entregar el reconocimiento, Teresa Vicencio señaló que quienes han recibido la Medalla Bellas Artes militan en la totalidad de las disciplinas que el Instituto cultiva y promueve, tratado en todo caso de una trayectoria no sólo brillante sino de gran trascendencia para la vida artística y cultural del país. “Es un honor para mí hacer entrega de la máxima distinción que el INBA otorga. Rendimos homenaje al talento y tenacidad del poeta Juan Gelman, nos llena de orgullo que reciba la medalla”. En la ceremonia de entrega acompañaron al galardonado en el presídium los poetas, escritores y editores Luis Chumacero, Hugo Gutiérrez Vega, Marco Antonio Campos, Francisco Magaña y José Ángel Leyva. “La poesía de Juan responde a una dinámica interior donde las imágenes pero sobre todo las palabras buscan modo no en una musicalidad convencional sino en una sintaxis de ruptura de corte rítmicos y arrítmicos pero bien temperados”, señaló Leyva. Indicó que el autor de El emperrado corazón amora es un referente cultural en México, “un poeta universal que ha venido a nutrir lo local”. “Nada en la poesía de Juan es gratuito y automático, pero sí espontáneo y fiel a su naturaleza y destino, a su propósito expresivo y comunicativo, las palabras emergen en libertad pero son conducidas por esa voluntad gelmánica de ponerlas en crisis, de hacerlas buscar sus posibles identidades en el tiempo, espacio, lecturas, en la intención pura, en el lenguaje banal y responsabilidad estética”. Un visiblemente emocionado Hugo Gutiérrez Vega dio lectura a un texto que escribió hace algunos años en una madrugada en Buenos Aires, Argentina, inspirado en el autor de El país que fue será.
“La poesía urgente, desgarrada y amorosa de Gelman sólo se hace exprimiendo las palabras, creando nuevas palabras, remodelando la gramática, creando una nueva prosodia y cavando sin descanso la vieja y casi agotada mina del idioma para hallar nuevas vetas no sólo de bellezas y metáforas, sino de nuevos y vigorosos significados que enriquecen los patrimonios de la verdad, de la emoción y pensamiento”. Agregó que el poeta reconocido con el Premio Reina Sofía en el año 2005 ejerce el oficio de la poesía día y noche con dolor, amor, bajo la lluvia y en la catástrofe, obligado por el dolor del mundo, separaciones y besos del encuentro, “por eso trabaja con palabras que son como sangre”. “Gelman entrega una poética reflexiva y lúdica, basado en un repertorio campesino y de épocas arcaicas de donde obtiene sus palabras y que cuando no encuentra las adecuadas se las inventa, crea sus reglas gramaticales y las dota de la versatilidad necesaria para que sean sustantivos, adjetivos o verbos”, subrayó Gutiérrez Vega. Marco Antonio Campos expresó que la medalla hará sentir a Gelman más mexicano y dio lectura al poema escrito al galardonado hace unos años: Caminando con Juan Gelman por el barrio de la Condesa, mientras que Francisco Magaña comentó que ser lector de Gelman es un privilegio. La tarde en la que se reconoció y rindió homenaje al poeta nacido en Buenos Aires en 1930 terminó con la lectura en voz de Gelman de los poemas Paz, Restaurantes y Tiempos, quien fue reconocido por el público con una gran ovación.  
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