Oaxaca, México.- El diputado local Flavio Sosa Villavicencio, del Partido del Trabajo, propuso este miércoles diversas modificaciones al código civil del estado de Oaxaca con el fin de establecer en 18 años la edad mínima para el matrimonio, como una medida de protección a los derechos de las niñas en la entidad.
El matrimonio a edad temprana de las y los menores de edad, pero principalmente a ellas, les niega el derecho a su infancia; interrumpe su educación, limita sus oportunidades, aumenta el riesgo de violencia y abuso, pone en peligro su salud y su vida, argumentó el legislador.
Al defender su propuesta en la tribuna de la Cámara de Diputados, señaló que actualmente, de acuerdo con el código estatal vigente, la edad mínima para casarse es de 16 años para los hombres y 14 para las mujeres, y en esos casos sólo se requiere la aprobación de los padres o tutores legales.
Subrayó que, además, esa edad mínima puede ser dispensada por cualquier juez: “es decir, si el juez está de acuerdo, es posible casar a una niña de 12 o 10 años, o incluso menos; la laxitud de nuestro código es, mínimo, escandalosa”, pues “no hay, de facto, una edad mínima para el matrimonio”.
Señaló que desde 1979, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), instrumento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estipula incluso que el compromiso matrimonial y el casamiento carecen de efectos jurídicos cuando un contrayente es un niño o niña.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 14 millones de adolescentes de 15 a19 años de edad dan a luz cada año, con más probabilidades de morir durante el embarazo o el parto que quienes ya han cumplido 20 años, lo que deriva en 70 mil muertes en ese periodo de tiempo.
La misma fuente señala que si una madre tiene menos de 18 años, el riesgo de que su bebé muera en el primer año de vida es 60 por ciento más que el de uno nacido de una mayor de 19 e, incluso si el niño sobrevive, tiene más probabilidades de sufrir desnutrición y un desarrollo físico y cognitivo tardío.
“Las esposas menores de edad corren mayor riesgo de violencia, abuso y explotación”, dijo Flavio Sosa citando a UNICEF; “el matrimonio infantil a menudo implica la separación de la familia y los amigos, lo que podría tener consecuencias importantes sobre la salud mental de las niñas y su bienestar físico”.
De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México, en nuestro país 388 mil 831 niños y niñas entre los 12 y los 17 años están casados o viven en unión libre. Representan el tres por ciento de la población infantil y, de ellos, 31 mil 558 tienen entre 12 y 14 años.
Flavio Sosa mencionó también que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha exhortado al gobierno mexicano a que establezca como edad mínima los dieciocho años para contraer matrimonio y que dicha edad sea igual para hombres y para mujeres.
Señaló que los ordenamientos de Oaxaca sobre matrimonio están atrasados casi cincuenta años en relación con el derecho internacional, pues en 1964 entró en vigor la Convención sobre el consentimiento para el matrimonio, la edad mínima para contraer matrimonio y el registro de los matrimonios, de la ONU, que busca abolir el matrimonio infantil.
En sus considerandos, añadió, ese documento advierte que ciertas costumbres, antiguas leyes y prácticas referentes al matrimonio y a la familia son incompatibles con los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Es el caso de Oaxaca, indicó, pues el contraer matrimonio a edades muy tempranas forma parte de las costumbres en muchas de nuestras comunidades oaxaqueñas, y que se aplica más a las mujeres que a los hombres, pues suelen celebrarse matrimonios entre un adulto y una niña, y en muchos casos puede encubrir gravísimos casos de abuso, o de trata o venta de menores de edad.
Agregó que la Convención sobre la edad mínima reafirma el deber de los gobiernos de adoptar las disposiciones necesarias para el abandono de dichas costumbres con el fin de, entre otros puntos, abolir totalmente el matrimonio de los niños y la práctica de los esponsales de las jóvenes antes de la edad núbil.
El primer artículo de la Convención sobre los Derechos del Niño, expuso, define a los niños como todos los seres humanos menores de dieciocho años, salvo que hayan alcanzado antes la mayoría de edad, de forma que en el sistema jurídico internacional el matrimonio está permitido a partir de ese momento.
Además, apuntó, nuestro sistema normativo considera que las y los menores de edad carecen de capacidad jurídica para realizar por su cuenta transacciones y contratos, por lo que resulta contradictorio que, en el caso del matrimonio, baste con la autorización de los padres o tutores.
El matrimonio a edad temprana de las y los menores de edad, pero principalmente a ellas, les niega el derecho a su infancia; interrumpe su educación, limita sus oportunidades, aumenta el riesgo de violencia y abuso, pone en peligro su salud y su vida, argumentó el legislador.
