Oaxaca, México.- A partir de este domingo 1 de abril, en México comienza el Horario de Verano, instaurado hace 16 años.
Esta práctica, aplicada en el país desde 1996, consiste en adelantar una hora los relojes el primer domingo de abril y hasta el último domingo de octubre, con excepción de 33 municipios de la franja fronteriza norte del país, donde el horario se aplica a la par del cambio en Estados Unidos.
Actualmente, el cambio al Horario de Verano es aplicado en 86 países con el propósito de aprovechar al máximo las horas de insolación y reducir el consumo de energía eléctrica.
En México, el cambio representó en 2011 un ahorro en el consumo de 988.76 gigawatts (GWh), que equivale aproximadamente a mil 035 millones de pesos o 90% de las ventas anuales de energía eléctrica para el estado de Campeche.
La Secretaría de Energía (Sener) afirma que la demanda evitada por la aplicación del cambio de horario, de 800 megawatts (MW), equivale a diferir una inversión de 7 mil 500 millones de pesos, suficiente para construir una planta de ciclo combinado de esa capacidad.
Entre la población y los expertos existen diversas posturas sobre los efectos del cambio de horario en la salud del ser humano.
Al respecto, la directora de la Licenciatura en Psicología Organizacional en el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, Katya Villafuerte, aseguró en entrevista con Notimex que el ser humano, al igual que muchos seres vivientes, rigen sus ritmos de vida por lo que se denomina “ciclos circadianos”.
Se trata de las actividades que se realizan “alrededor del día” (de ahí el término “circa” que quiere decir alrededor y “dies” que significa día) y que rigen los horarios de sueño, alimentación y procesos biológicos de crecimiento y segregación de hormonas.
Por ello, es normal que cuando se presenta un cambio drástico a estos ciclos, el cuerpo puede presentar alteraciones como somnolencia, dolor de cabeza, cambios de estado de ánimo y apetitos, explicó.
Sin embargo, la especialista aclaró que esto sólo se presenta cuando se trata de un cambio drástico, como sería un “jet lag” (mezcla de cansancio y otras síntomas provocados por un viaje en el que se cruzan distintas franjas horarias) y no sólo por adelantar o atrasar una hora las actividades.
En realidad, cuando hay un cambio a los “ciclos circadianos”, lo que hace el ser humano es adaptarse, de manera que una modificación a los horarios sólo propiciaría pequeñas molestias que lleva sólo unos días para recuperarse, sostuvo.
Reconoció que no existe un consenso ni pruebas concretas sobre si existen o no efectos o alteraciones de consideración a las personas por el cambio de horario.
Especialistas del Departamento de Clínicas de Salud Mental del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara, aseguran por su parte que el cambio de horario no afecta la salud de las personas.
Lo anterior, porque las horas de sueño de una persona dependen de factores como su estado físico, edad, actividad que realiza y su estado de salud general, detallan en un artículo para el portal sumedico.com. Por el contrario, el subdirector médico de la jornada acumulada del Centro de Especialidades Médicas (CEM) “Doctor Rafael Lucio”, Armín Arronte Gómez, afirmó que la medida propicia síntomas como fatiga, estrés, cansancio, insomnio y hasta aumento de peso.
Para las personas en general como Daniel Herrera, que viaja en el Transporte Colectivo Metro, el Horario de Verano le representa problemas durante las primeras semanas. “De por sí, a veces me quedo dormido mientras viajo, esos días me cuesta incluso pararme más temprano”, comentó tras abundar que para llegar a su lugar de trabajo en Polanco, al norte de la ciudad de México, debe salir a las seis de la mañana de su domicilio ubicado en la colonia Agrícola Oriental, al oriente.
“Es clásico que durante los primeros días siempre digamos, son las ocho, pero en realidad son las siete”, dijo a su vez María Oralia, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía (Sener), la medida representó un ahorro de electricidad de 18 mil 419 Gigawatts/hora (GWh) y de 40.63 millones de barriles de petróleo, con lo que se dejaron de emitir 24.32 millones de toneladas de bióxido de carbono a la atmósfera.
Así, a partir de este domingo se debe adelantar una hora el reloj y aprovechar los beneficios del nuevo horario.