Alan Antonio CARREÑO
Oaxaca, México. Desde el momento en que entró a la sala, me percate de aquel hombre, no era aquel al que una vez conocí en mi niñez, y no precisamente en persona. En su rostro, podía verse la tristeza, el vacío, la desilusión. Y todo eso, reflejado en el gesto de la derrota.
[caption id="attachment_173356" align="alignright" width="219" caption="Foto: IMAGEN 33"]
[/caption]
Aquel hombre que representaba un cambio esperado para muchos y muchas ciudadanas, se vio ubicado en la realidad de aceptar que el tiempo y los votos no le favorecieron.
-“En la política como en la vida hay que estar preparados para ganar o perder, yo asumo el resultado”.
Con estas palabras, Diódoro Carrasco Altamirano, sacó la casta de lo que debe ser un político. Tenía que ser así, pues el ejemplo lo dio su compañera de partido y derrota, Josefina Vásquez Mota, la candidata a la Presidencia de la República por Acción Nscional.
Y a manera de despedida expresó:
“Le deseo lo mejor a Oaxaca y a todas las familias oaxaqueñas, que les vaya bien.” –dijo el hombre-
En ese momento me di cuenta quién era y comprendí el por qué de su transformación, comprendí que todo había cambiado, el sueño de mucha gente se vio afectada por un simple giro del destino.
Aquel hombre que ya no me resultaba tan extraño, salió con una serie de aplausos por parte de los presentes, con la frente en alto partió sin dar marcha atrás.
“El tiempo no alcanzo” , expresó