Anaiz ZAMORA M./CIMAC
Oaxaca, México.- La directora regional de ONU Mujeres para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, Ana Güezmes García, criticó que en nuestro país se siguen elaborando programas sociales a partir de “estereotipos de género”, tales como Oportunidades, enfocado a abatir la pobreza.
Al participar en la mesa redonda “Equidad de Género y Desarrollo”, organizada por la delegación general de Québec en México y la Alianza Francesa, la representante de Naciones Unidas observó que aunque en nuestro país se ha avanzado en materia legislativa para garantizar la equidad entre mujeres y hombres, persisten visiones estereotipadas en las políticas públicas sobre los roles que debe cubrir cada sexo.
“Existe un estereotipo de papá proveedor y mamá cuidadora que se repite hasta en el establecimiento de políticas publicas”, advirtió Güezmez.
Puso como ejemplo que el programa federal Oportunidades, instaurado durante el gobierno de Vicente Fox, condiciona que sean las mujeres las que deben llevar a los niños a los centros de salud y las que deben acudir a recibir los apoyos, con lo “que se piensa que las mujeres no trabajan o tienen una jornada flexible”.
Por ello, la directora de ONU Mujeres –instancia de Naciones Unidas para el impulso de la igualdad de género y el empoderamiento femenino– urgió a que haya acciones en materia de igualdad de oportunidades, que impulsen la autonomía económica y física de las mujeres, y les aseguren su participación en la toma de decisiones.
DISCRIMINACIÓN LABORAL
Ana Güezmes subrayó que en México las mujeres aún no pueden conquistar su autonomía económica, ya que prevalecen las discriminaciones laborales en su contra y no cuentan con una red de servicios que las apoye.
De acuerdo con cifras de ONU Mujeres, la discriminación económica afecta en mayor medida a las mexicanas, ya que sólo 3 de cada 10 que trabajan reciben remuneración económica y la mayoría de ellas están en un empleo informal.
La directora regional alertó que al 10 por ciento de mujeres empleadas sus patrones les pidieron una prueba de embarazo antes de ser contratadas, y en algunas ocasiones reciben un salario menor hasta en 12 por ciento por el mismo trabajo que realiza un hombre.
Abundó que a la discriminación se suma una carga acumulativa de trabajo para las mujeres, toda vez que ellas trabajan un promedio de 37 horas semanales y cuando regresan a sus casas son quienes, comúnmente, se hacen cargo de tareas domésticas como limpieza del hogar, preparación de alimentos y el cuidado de las y los hijos.
La representante regional del mecanismo de Naciones Unidas apuntó que esta sobrecarga laboral puede disminuir con una red de servicios adecuada, que garantice el apoyo a las trabajadoras en el cuidado de las y los hijos y del hogar, como por ejemplo guarderías públicas.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha reportado que en 2010 en México tan sólo el 5 por ciento de los niños menores de tres años recibe un cuidado formal, es decir que están en una guardería mientras sus madres trabajan, mientras en países como Dinamarca esa cifra llega al 80 por ciento.