En ella participaron la periodista de la revista Proceso y fundadora de la Red de periodistas a pie Marcela Turati (México); el director del periódico elfaro.net Carlos Dada (El Salvador); el editor del portal cosecharoja.org Sebastián Hacher (Argentina); el escritor y periodista Sergio González Rodríguez (México) y Patricia Nieto, periodista y profesora de la Universidad de Antioquia (Colombia).
Patricia Nieto, moderadora de la charla, comentó que esta mesa abordaría el narcotráfico y el crimen organizado, “temas bastantes complejos y muy delicados que atraviesan a nuestro continente desde México hasta el sur. Y al mismo tiempo la manera de cómo se han ideado mecanismos, metodologías y formas de narrar lo que entra en la categoría de lo horroroso y del terror”.
Añadió que la mesa estaría enfocada en dar respuesta a cinco preguntas claves: Cómo llegaron los periodistas a cubrir estos temas; por qué permanecer escribiendo de ellos durante años; cuáles son las razones que los motivan a trabajar en dichos temas: qué tipo de verdad debe abordar; qué tipo de relato se está produciendo frente a estos temas y finalmente si es posible hablar de estética o trabajo poético en la crónica que narra el narco o el crimen organizado.
Carlos Dada dedicó parte de su intervención a narrar la forma en la que el periódico El Faro empezó a trabajar estos temas, que comentó, fue por inercia, cuando el portal empezó a cubrir la ruta de los migrantes centroamericanos en su paso por México, durante un año y medio, y cuando descubrieron que todo estaba relacionado con el crimen organizado; las violaciones, los secuestros, la esclavitud sexual y las bandas criminales.
“Entonces montamos una sub redacción a la que hemos llamado Sala negra, para abordar solo el problema de la violencia y el crimen organizado. Este es un lugar que nos permite meternos a cubrir y contar desde la crónica y el reportaje, la violencia y el crimen organizado visto desde las cárceles, el narcotráfico, las pandillas y las historias de las victimas”.
Y agregó que la crónica es uno de los géneros periodísticos que más disfrutan y ejercen los periodistas, que se obtiene al mezclar técnicas de investigación con reporteo de la calle y la cual permite ver cómo la violencia y la amenaza del crimen organizado ha generado una disminución en la calidad de vida de las personas y está afectando a las comunidades y a la sociedad en general.
En este sentido, añadió, “una crónica a fin de cuentas es una herramienta intelectual para que la sociedad se vea en al espejo y se mueva a partir de saber qué esta pasando”.
Marcela Turati habló de su acercamiento a la crónica narrando historias sobre el impacto de la violencia, la cual se dio en primer lugar por indignación de lo que observaba, después para desenmascarar mentiras oficiales y finalmente por la soledad de las víctimas, “ya que con mi trabajo buscaba hacerlas visibles ante la sociedad que nada escucha y que solo las ve como “apestadas”.
“Fui de las periodistas que se saltaba siempre la sección de la nota roja o judicial porque me parecía que el tema de los narcos, la violencia o los asesinatos era algo amarillista hasta que la violencia se nos atravesó y cambió el país”.
“Además estaba cansada de solo leer cuántas personas morían cada día y dije tengo una formación social y puedo pararme y contar qué hay detrás de esa foto del decapitado; quién era, qué pasó con su familia, su comunidad y qué pasa después, y de pronto ya estaba inmersa en el tema”.
Y también agregó que una de las metas a las que se enfrentan hoy día los periodistas es que las crónicas o historias no narren cosas banales, sino fenómenos sociales que les pasen a muchas personas para que puedan diseñarse patrones que permitan evitar que estos se incrementen y afecten a más.
Sebastián Hacher compartió que su portal se dedica a mostrar la violencia que atraviesa a América Latina. Confesó que es terrible y apasionante investigar y contar este tema. Y también, cómo esa violencia va mutando y se va trasladando de país en país y cómo es que se vive de forma compartida.
“Lo que estamos tratado de hacer es contar la violencia en América Latina y buscar temas que nos permitan articularla entre un país y otro. También expandir las fronteras del periodismo judicial, ya que una de las cosas que nos obsesionan es pensar el periodismo judicial no como la crónica roja solamente, sino como un periodismo íntegro y político que permite ver cómo se generan las políticas del miedo y qué papel juega el periodismo”.
Finalmente, Sergio González celebró que la escritura de la crónica esté tomando giros estimulantes y que atienda asuntos más allá del hecho criminal, de tal forma que permita que también se conozcan otros temas, por ejemplo, el contexto económico, la crisis institucional de los países o la forma como las victimas registran los delitos.
“La crónica debe convertirse en algo que va más allá del simple registro de las cosas que está bien escrito. Esto lo tenemos que desarrollar más hacia el futuro, pero no solamente en cuanto a la calidad expresiva de las crónicas o la narrativa, sino también en la capacidad de establecer un relato o muchos que presenten de modo vasto, complicado incluso, pero muy claro y exacto hasta donde sea posible la situación en la que estamos inmersos los países de América Latina”.
El Encuentro Nuevos Cronistas de Indias 2. Un mundo de historias por descubrir, culmina hoy 12 de octubre en el Museo Nacional de Antropología que se ubica en Av. Paseo de la Reforma y Gandhi s/n, Col. Chapultepec. Entrada libre. Las charlas son transmitidas en directo a través de www.cronistas.fnpi.org y www.conaculta.gob.mx
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