La lucha no ha sido fácil, reconoció, la también ex presidenta del Consejo Nacional del PRI, “una y otra vez”, aparecen las resistencias encarnadas en fenómenos como “las juanitas”, del 2009 -2010, que buscan desbaratar lo logrado. No obstante, consideró que para combatir eficazmente esas resistencias se necesita primero reconocerlas y aplicar la Ley.
Las Jornadas, impulsadas por el Gobierno del Estado, por medio de la Secretaría de las Culturas y las Artes, en coordinación con la UABJO, y el CIESAS Unidad Pacífico Sur, ofrecieron durante dos días, conferencias magistrales dictadas por académicas, ex legisladoras e investigadoras quienes mostraron con sus análisis la forma como se genera y reproduce la violencia en los diferentes estratos sociales.
Con la presencia de Emilio de Leo Blanco, encargado del despacho de la Secretaría de las Culturas y Alma Rosa Espíndola Galicia, subsecretaría de Patrimonio Cultural, en la mesa “Violencia contra las mujeres en la Política”, participó también la consultora y periodista Clara Scherer, quien reveló que “si las mujeres no estamos en política, no vamos a cambiar la situación de las propias mujeres”.
Afirmó que la violencia en contra de las mujeres comienza desde el momento que son excluidas en todos los ámbitos, quienes detentan el poder están conscientes que si no las integran a las esfera públicas las cosas permanecerán igual”.
En esta tónica se expresaron la doctora Margarita Dalton Palomo y Dalia Barrera Bassols, quienes reconocieron que muchas veces el silencio de las mujeres es para protegerse “callar es un mecanismo de sobrevivencia, que si bien las protege no les permite avanzar”.
En la capilla del Centro Cultural y Académico San Pablo, antes, se presentó la mesa “Mujeres indígenas, migración, violencia y sus derechos humanos”, en la que Josefina Aranda, Leticia Briseño Maas, Virginia Guadalupe Reyes de la Cruz y Luz Claridad Hernández López, hablaron sobre el tema que atañe directamente a comunidades de Oaxaca.
Al abordar el tema en el ámbito rural, señalaron que en el caso de las mujeres migrantes, la violencia está invisibilizada.
Un fenómeno que ocurre en la Región Mixteca, propiciado por el abandono del campo, por las políticas nacionales, permite que los mercados del norte soliciten a familias enteras para que trabajen en campos de cultivo, sin ninguna previsión social y en condiciones infrahumanas.
“Oaxaca produce mano de obra barata y desechable – mujeres. Hombres, niños y niñas -, constituyen un mercado laboral que sigue siendo legitimado desde las industrias y las instituciones públicas”.
Mayo en Oaxaca 2013, promueve la reflexión sobre distintas problemáticas sociales, permitiendo el dialogo y la inclusión, con distintas conferencias y mesas de debate.
Puede consultar la programación en www.culturasyartes.oaxaca.gob.mx
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