Oaxaca, México.- Para la fotógrafa Graciela Iturbide la cámara siempre es un pretexto para conocer la vida, el mundo, las culturas, y asegura que en el caso de sus fotografías nunca piensa en lo que va a capturar. “Siempre me gusta fotografiar a la gente con complicidad, y las otras cosas, en general, es mi intuición, o es casual, o es la vida que me regala eso, no lo sé”.
Discípula de Manuel Álvarez Bravo y ganadora de diversos reconocimientos internacionales, la artista de la lente presentó la tarde del sábado 7 de diciembre, en la 27 Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Graciela Iturbide. Las condiciones del pájaro solitario, libro editado en la colección Círculo de Arte, de la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta.
Acompañada por Pablo Ortiz Monasterio, coordinador de la serie, quien la calificó como de una de las grandes fotógrafas no sólo de México sino del mundo, como dan cuenta los múltiples premios que se le han otorgado: el Hokkaido y el Hasselblad, entre otros, Graciela Iturbide comentó que su primera foto de pájaros la tomó a principios de los 80; que nunca planeó realizar una serie, aunque el tema siempre le apasionó, pero en el terreno literario.
“Nunca tengo un guión; sí estoy pensando en mis obsesiones, en las cosas que me gustan, pero un guión no”, ni siquiera en el caso de los autorretratos, que surgen “cuando tengo la necesidad, no los pienso. En el caso de los pájaros no los buscas, los encuentras”, dijo la artista.
“La fotografía es rara, eres tú misma, es lo que te vas encontrando, a veces tiene que ver con lo otro, a veces tu estado de ánimo no tiene que ver con lo otro. En México es difícil encontrar pájaros más que al atardecer, si es que estás en la carretera, si estás en un pueblito que ves que los pájaros se van a dormir, entonces ellos vienen yo los tomo y ahí están”.
Para la maestra, lo que uno piensa, lo que se sufre o goza, es decir lo que pasa en la vida, va evolucionando y de manera intuitiva uno va tomando de ahí lo que nos causa sorpresa. “Para mi la cámara es un pretexto para conocer la vida. Vivo diferente a través de la cámara que sin la cámara, yo sin ella estoy embobada con otras cosas; con ella, estoy quizá más alerta a mi inconsciente”.
Aunque se considera una persona politizada y que puede ser feminista para ayudar en muchos casos, Graciela Iturbide señaló tajante que su fotografía “no es ni política ni feminista. Mi fotografía soy yo: lo que siento lo que quiero y quizá la poesía que leo, bueno es a lo que aspiro. No es que mi fotografía sea poesía pero es a lo que aspiro”, concluyó.
Pablo Ortiz Monasterio definió a las imágenes contenidas en Las condiciones del pájaro solitario, como fotografías emblemáticas con gran fuerza y eco, en las que resuena la muerte, la libertad y la cercanía.
El libro de Graciela Iturbide muestra 32 imágenes capturadas en el curso de los últimos 32 años en sus viajes por Alemania, India, Italia y México. Es una selección de pájaros solitarios zurcando el cielo, postrados en la tierra, viviendo entre los hombres, escondidos en un huevo y sujetados firmemente en la mano del célebre pintor Francisco Toledo, así como aves muertas, encogidas en un puñado de piel y huesos.