Oaxaca.- México ocupa el primer lugar en cesáreas en todo el mundo, y la gran mayoría son realizadas en el sector privado (80 por ciento), cifra que no ha reflejado beneficios a las mujeres ni a las y los recién nacidos, advirtió José Ignacio Santos Preciado, director general de Calidad de la Atención, de la Secretaría de Salud (Ss). Durante el foro “Promoviendo los derechos y la salud de las mujeres”, especialistas coincidieron en que México debe mejorar la calidad de la atención en salud materna y resaltaron la importancia de hacerlo durante el embarazo, parto y puerperio. El evento fue organizado por el Comité Promotor por una Maternidad Segura en México (CPMS), el cual cumple 20 años de existencia y tiene como objetivo plantear acciones concretas para mejorar la salud reproductiva de las mujeres y prevenir la morbi-mortalidad materna. Rafael Lozano, director adjunto del Centro de Investigación en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, consideró que la atención en salud materna debería iniciar desde la adolescencia y extenderse al postparto. Denunció que el sistema de salud en México no está hecho para darle seguimiento a las mujeres después de su parto, por ello, dijo, no debería fragmentarse la atención en determinadas etapas de la vida. Al respecto, Bremen de Mucio, asesor regional de salud sexual y reproductiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS), agregó que el personal médico cada vez hace “peores” historias clínicas, lo cual es un grave problema en América Latina, advirtió. Indicó también que las mujeres más pobres continúan sin acceso a la atención de sus partos, por lo que la mortalidad materna (MM) en comunidades rurales tiene cifras escandalosas, pero también se presenta en las clases bajas y zonas urbanas marginadas. Según la Encuesta Nacional Sobre Discriminación en México 2010, las indígenas encuestadas dijeron que no tienen las mismas oportunidades de atenderse en los servicios de salud en comparación con la población no indígena. José Ignacio Santos comentó que la MM es una violación a los Derechos Humanos de las mujeres porque, dijo, no ocurrirían si se garantizara el acceso pleno a la salud con personal calificado, así como a la atención obstétrica de emergencia con calidad. En su estudio “Nueva evidencia a un viejo problema: el abuso de las mujeres en las salas de partos”, el CPMS detectó diversos maltratos que padecen las oaxaqueñas, ya que el 84 por ciento de 323 encuestadas dijeron que les fue realizada la revisión de cavidad uterina, maniobra que desde 1985 la OMS señala como inefectiva y que debería ser eliminada. El mismo estudio señala que a las mujeres no se les permitió estar acompañadas (77 por ciento), y tampoco consumir líquidos (87 por ciento). Actualmente la tasa de MM en nuestro país es de 50.7 decesos por cada 100 mil nacidos vivos y según los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU, la meta para el año 2015 es que México logre reducirla a 22 fallecimientos. Los especialistas coincidieron que México necesita un aumento en la capacidad de respuesta de los servicios de salud, promover el acceso a la educación, atención sexual y reproductiva, así como garantizar los servicios médicos para todas las mujeres. Desde el 22 de febrero de 2012, Raffaela Schiavon Ermani, directora de la organización civil Ipas-México y especialista en derechos sexuales y reproductivos, es la secretaria técnica del CPMS, fundado en 1993 y conformado por 24 grupos civiles, instituciones académicas y de salud del gobierno federal y de los estados. El CPMS surgió luego de la primera Conferencia Nacional sobre Maternidad Sin Riesgos en México, realizada en Cocoyoc, Morelos, del 8 al 11 de febrero de ese año, y que aglutinó a organismos públicos, no gubernamentales, grupos de mujeres y agencias de colaboración internacionales, para discutir sobre la morbi-mortalidad materna en el país, sus causas y consecuencias, así como estrategias para abatirla. En esa conferencia surgió la Declaración de México para una Maternidad Sin Riesgos, aprobada por unanimidad, y la cual plantea acciones concretas para mejorar la salud reproductiva de las mujeres y prevenir la morbi-mortalidad materna.