Oaxaca, México.- Horas antes de recrear pasajes bíblicos, tradiciones oaxaqueñas, o alguna figura producto de su imaginación, un total de 41 niñas y niños oaxaqueños acudieron a los campos de cultivo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (Sedafpa), para realizar la cosecha de rábanos.
Los tubérculos de tamaños que superan los 50 centímetros, fueron desenterrados por los infantes participantes en la edición 116 de la tradicional Noche de Rábanos, que se repite cada 23 de diciembre en la ciudad de Oaxaca.
Las y los concursantes, acudieron a los viveros del parque El Tequio poco antes de las 10 de la mañana, donde con palas, cuchillos y paciencia, desenterraron uno a uno los tubérculos rojos de las especies bartender y champion sembrados específicamente para preservar la costumbre.
La estudiante de tercer año de primaria, Fernanda Martínez Bautista, entregaba a su mamá cada uno de los tubérculos que extraía, y de nueva cuenta regresaba a buscar más.
“Es la primera vez que participo y estoy sorprendida por el tamaño de los rábanos, son muy grandes y tienen muchas formas”, indicó.
Para desenterrarlos, explicó, trataba de arrancarlos con cuidado para que no se rompieran, pero si le era difícil, sacaba un cuchillo y comenzaba la excavación que duraba más de cinco minutos, dependiendo del tamaño de la hortaliza.
Con el sudor en la frente, pero una sonrisa en el rostro, logró obtener uno de los rábanos más grandes de su cosecha.
--¿Ya sabes qué figuras vas a esculpir?
--Sí, una niña cosechando rábanos.
En la segunda etapa del concurso que tiene como finalidad preservar la centenaria tradición entre las y los oaxaqueños, a través de incentivar a las y los niños a participar, consistió en la impartición del taller infantil y juvenil Atanacio García Tapia, a cargo del especialista de la Secretaría de la Cultura y las Artes, Gerardo de la Barrera.
En el Zócalo capitalino, el estudiante del Instituto Renacimiento del Valle, Ricardo Álvarez Méndez, esculpió la imagen de la virgen de Guadalupe. El trabajo inició con un dibujo que después fue recortado.
Mientras tanto, la niña Nidia Ariadna Nicolás de ocho años, alumna de la escuela primaria Benito Juárez, participó por cuarta ocasión en el concurso que en esta edición consiste en la exhibición de las piezas de los 41 participantes, a lo largo de tres puestos.
“La primera vez construí una jirafa, luego una sirena y finalmente una piñata. Ahora no sé aún que voy a esculpir, pero espero ganar una de las seis bicicletas que son parte del premio”, apuntó.