Oaxaca, México.- Los participantes en la mesa Tendiendo puentes: proyectos colaborativos de promoción de la lectura, coincidieron en señalar que el contacto con los libros es un elemento fundamental para recuperar el tejido social, en la charla realizada en el 16 Seminario Internacional de Fomento de la Lectura. Las participantes presentaron los trabajos que desarrollan en Chiapas, Chihuahua y Oaxaca, entidades donde cada estrategia se adapta a las circunstancias del contexto en que se encuentran. Reunidas en el Teatro de las Artes, del Centro Nacional de las Artes, sede de la edición 33 de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, la promotora Rosalía Ruiz, fue la encargad de moderar la mesa en la que estuvieron presentes Sofía López Fuertes, Teresa Almada y Socorro Bennetts. La primera de ellas coordina el proyecto El ingenio, Centro de Aprendizaje y Desarrollo de la Creatividad, ubicada en San Cristóbal de las Casas, Chiapas;  en su ponencia explicó que la labor que realizan abarca dos líneas de impulso a la creatividad entre los niños y jóvenes de dicha comunidad mayoritariamente indígena. Una de ellas se avoca a la los temas relacionados con la ciencia y la tecnología, “para el cual proponemos que la experiencia de libros, especialmente seleccionados para este caso, provoquen un acercamiento positivo a estas disciplinas por parte de los niños de la región. Hasta ahora hemos logrado que los pobladores se involucren de manera más activa a través del desarrollo de un proyecto relacionado con la creación musical. “Se han construido con materiales reciclados y técnicas experimentales de construcción, un estudio de grabación en el que colaboraron los niños de la comunidad, quienes han editado hasta el momento cuatro discos producidos en todas sus etapas por los participantes, es decir, desde la composición de los temas hasta la interpretación y diseño de las portadas. Todo a partir de la experimentación empírica que genera el acercamiento con la lectura”. En otro sentido, Sofía López Fuertes dio a conocer que el proyecto incluye la promoción de la escritura, la experimentación práctica, y creación de textos propios en su lengua nativa, labor que ha dado como resultado la publicación de un libro, en el cual de nueva cuenta participaron los habitantes de San Cristóbal de las Casas en todas las etapas del proceso de edición. La dinámica que siguieron en ambos casos fue la de impartir diversos talleres en los que participaron tantos los jóvenes de la comunidad como algunos adultos, para generar así un ambiente familiar y un proceso de acercamiento a la lectura diferente al aplicado en los espacios tradicionales de este tipo de estímulos, como bibliotecas y las escuelas. Uno de los resultados obtenidos en esta estrategia, aplicada en la comunidad desde el 2010, es la creación de las Colmenas de lectura, que es una sala de lectura dotada de ejemplares pero también de estructuras de madera diseñadas y construidas por los niños cuya forma simula un panal de abejas. “Los niños las usan para guardar sus libros pero también para ayudarse en otras actividades, pues hemos logrado abrir varias casas de lectura que se han convertido en puntos de reunión familiar, donde los pobladores organizan encuentros que a su vez generan vínculos entre los jóvenes. Son espacios en los que de manera natural surge un gusto profundo por la lectura. “Hasta el momento se ha mantenido un promedio de atención mil niños al mes, muchos de ellos incluso provenientes de otros municipios, la mayoría de ellos marginados. De esta manera cumplimos con el propósito central del proyecto, que es el desarrollo de las habilidades de los niños tanto en el campo de la lectura como del conocimiento en su sentido más amplio”. Sofía López Fuertes dijo que este foro servía también para compartir la experiencia adquirida con otras organizaciones y proyectos similares, por lo que proporcionó dos direcciones de Internet para establecer contacto: http://www.elingenio.org.mx/ y http://www.germinalia.org.mx/ En su oportunidad, Socorro Bennetts, presentó los avances del proyecto Bibliotecas Móviles en la Sierra de San Pablo, en Oaxaca, el cual busca generar aportaciones entre los habitantes del lugar en materia de fomento a la lectura en lengua zapoteca. Para lograrlo se apoya en lectores voluntarios originarios de la propia comunidad, quienes son hablantes naturales, lo cual les facilita la labor. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Harp Helú, y cuenta hasta el momento con dos bibliobuses, que recorren las zonas urbanizadas y los poblados de dicho municipio parta ofrecer el servicio de préstamo de libros entre otras actividades. Lo que hace la unidad número uno de este proyecto es que se estaciona durante tres días de la semana en un lugar previamente determinado, para así poder ofrecer talleres artísticos, proyecciones de cine y sesiones de reflexión sobre cómo generar una identidad propia a partir de la lectura. Explicó que esta labor es la que ha generado la información más interesante al respecto, pues los promotores voluntarios tienen la oportunidad de integrarse a la comunidad y generar interpretaciones particulares sobre los problemas que enfrentan los habitantes, vinculados o no con el fomento a la lectura. Socorro Bennetts detalló que la unidad dos de sus bibliobuses realiza una visita al mes en hasta 24 comunidades, para lo cual llega cada día a una diferente. Su labor se enfoca al préstamo de libros, para lo cual cuenta con entre 300 y 400 ejemplares, además de hacer que los habitantes posean una credencial para recibir este servicio y atender diversas situaciones que se presentan entre los usuarios. En este caso, los promotores voluntarios trabajan tres semanas seguidas y descansan una. “Los responsables se integran  a la comunidad, a partir de esa experiencia presentan informes sobre cómo se desarrolla la reconstrucción del tejido social. El primero de los cinco años que lleva en funcionamiento este proyecto fue el más complejo porque las autoridades y los propios habitantes se mostraron poco interesados en lo que les ofrecíamos, pensaron que era un partido político el que lo patrocinaba y eso generó mucha desconfianza. “Pero los resultados positivos los hicieron cambiar de opinión y ahora hasta tenemos lista de espera pues cada vez son más las comunidades interesadas. Para lograrlo, las amas de casa jugaron un rol determinante, pues ellas comenzaron a colaborar y eso generó interés entre sus familiares, amigas y vecinas. Tenemos incluso testimonios de algunas de ellas en los que manifiestan que la relación con sus hijas adolescentes ha mejorado. Esa es la mejor guía que podemos tener”. Socorro Bennetts detalló que recientemente se ha incorporado el servicio de observación del cielo con telescopio, que ha sido muy bien recibido entre los pobladores, pero está limitado a las condiciones climáticas. “Uno de los resultados colaterales del programa es que descubrimos la existencia de viejas rencillas entre los habitantes, pero los niños se han dado cuenta de que ellos no tienen por qué cargar con esas disputas. Pensamos que el conocimiento adquirido por ellos favorece ese cambio. Asimismo, las bibliotecas municipales se han acercado a la Fundación para solicitar ayuda y desarrollar sus propios programas y actividades de fomento a la lectura, sobre todo en el sentido de ofrecer servicios igualitarios entre los usuarios; consideramos que el impacto social continuará creciendo”. En Ciudad Juárez, Chihuahua, Teresa Almada, trabaja en el proyecto denominado Casa. Experiencias de desarrollo juvenil a partir de la lectura. En su caso, las estrategias implementadas toman en cuenta el entorno violento y con gran pérdida de valores en que viven los jóvenes. “Nuestra labor inició en el 2004, y desde entonces contamos con el apoyo de voluntarios de escuelas de nivel bachillerato, provenientes de todo el estado. Por el contexto fronterizo, nos hemos avocado a establecer la relación entre la lectura y el hip hop entre los jóvenes, pues este tipo de música es muy importante para ellos, representa la oportunidad de generar una identidad propia. “Lo que buscamos lograr es abrir espacios para que su voz sea escuchada y de esa manera contribuir a aminorar los conflictos que existen  en el sistema educativo local. Lo que hacemos es repartir libros y dejar que circulen en la comunidad. También impartimos talleres de creación de los cuales han surgido proyectos como guiones de teatro o para filmar documentales. Se trata pues de construir una pedagogía que corresponda a sus necesidades, con la lectura como factor de cambio en sus propio contexto”. Teresa Almada dio a conocer que entre los productos que han logrado se encuentra la grabación de algunas canciones de rap en la que sus autores plasman experiencias de vida, las cuales son muy duras en general. “Los versos de las canciones hablan de la violencia que les rodea… algunas detallan agresiones físicas, mentales e incluso violaciones. Como en otros estados del país, también buscamos que los jóvenes se involucren en todo, desde la escritura de los textos de cada canción hasta la grabación de las mismas, todo a partir de los conocimientos adquiridos a través de la lectura. El siguiente paso que nos planteamos es la creación de corredores culturales que ayuden a mediar y negociar entre grupos rivales, con el hip hop como elemento de cohesión, como una manera de ayudarse a sobrevivir”.