Oaxaca, México.- La Hemeroteca Nacional de México (HNM), bajo resguardo de la Universidad Nacional, se vestirá de gala para conmemorar su primer centenario con un programa académico que iniciará este 24 de septiembre.
Los festejos iniciarán con una exposición de periódicos y revistas procedentes de los fondos Reservado y Contemporáneo, con base en una curaduría temático-cronológica en la que participaron integrantes del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), informó Marina Garone Gravier, coordinadora de la HNM.
La académica adelantó que “se conformó una comisión para la celebración en tres planos: expositivo; publicaciones (en el que se ha planeado un número conmemorativo del Boletín del IIB y el facsímil digital de La Prensa, pasado y presente, publicada en 1987, con una agenda actualizada).
“El último plano es un coloquio con ocho mesas de trabajo y un ponente magistral por día: Gloria Villegas, directora de la Facultad de Filosofía y Letras; Álvaro Matute, del Instituto de Investigaciones Históricas; Laura Suárez, del Instituto Mora, y Luis Felipe Estrada, de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán”. Breve historia
El origen de la HNM se remonta a las primeras iniciativas para separar las publicaciones periódicas del conjunto de material; acto fundacional relacionado con el concepto, manejo, custodia y conciencia de este patrimonio.
De acuerdo con Lilia Vieyra y Arturo Inesa, del IIB, si bien fue en 1867, en el gobierno de Benito Juárez, cuando se decretó la creación de la Biblioteca Nacional, hasta 1884 José María Vigil reunió libros, revistas y periódicos para dar forma al proyecto.
No obstante, Rogelio Fernández Guell, director de la Biblioteca Nacional de México entre octubre de 1912 y febrero de 1913, advirtió que por su naturaleza periódica y su acelerado crecimiento, los materiales de consulta no podían permanecer unidos y los trasladó al Coro del ex Convento de San Agustín, periodo que se acepta como el origen formal de la Hemeroteca.
En 1927, Plutarco Elías Calles destinó un presupuesto especial para crear el Departamento de Prensa Nacional y Extranjera. Dos años después, con la autonomía, Emilio Portes Gil otorgó la custodia de la Biblioteca Nacional a la Universidad Nacional.
La institución experimentó otros traslados hasta que, en 1942, un grupo de consejeros universitarios, informados del espacio insuficiente para los fondos hemerográficos, tramitó la adquisición de un edificio propio, hecho que se materializa en 1944, al destinarse el de San Pedro y San Pablo.
Finalmente, el 3 de diciembre de 1979, en el rectorado de Guillermo Soberón, la HNM se traslada a Ciudad Universitaria, al edificio que comparte con la Biblioteca Nacional. Ambos acervos, así como el IIB, hoy son dirigidos por Guadalupe Curiel Defossé.
Joyas hemerográficas
El Fondo Reservado resguarda publicaciones nacionales y extranjeras que, por su valor, pueden considerarse joyas del patrimonio intelectual.
“La más antigua es la Gaceta de México, de Ignacio Castorena y Ursúa, de 1722”, informó Vieyra, y “entre las publicaciones extranjeras Le journal des savants (El jornal de los sabios), periódico científico francés de 1665”. Aunque la fecha extrema de este fondo es 1917, por su producción contínua se conservan otras publicaciones —por ejemplo, la revista gala L’iIlustration— hasta 1934.
Otras joyas son El siglo XIX y El monitor republicano, periódicos clave para conocer el siglo XIX mexicano; además están El mundo ilustrado y El imparcial, de Rafael Reyes Espíndola.
El servicio, privilegio y responsabilidad
La HNM ofrece un abanico de posibilidades de consulta a sus usuarios: desde la más sencilla forma de obtener información, hasta las investigaciones de gran calado en todas las colecciones.
La sección más consultada, aseguró Inesa, es el Fondo Contemporáneo, con varias colecciones de periódicos (539 títulos del Distrito Federal y gran número de las entidades federativas, además de los oficiales de los estados de la República y del DF, organizados alfabética, cronológica y geográficamente).
Asimismo, hay revistas nacionales y extranjeras y una colección de obras de organismos internacionales, de las que la Hemeroteca es depositaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Una colección que en los últimos años ha sido muy consultada es la de cómics, que tiene títulos como Pepín, Paquito, Paquito grande, La familia Burrón y Lágrimas y risas, agregó el jefe del Departamento de Servicios de Información.
En tanto sea patrimonio de los mexicanos y para preservar el material para generaciones futuras, la institución cuenta con políticas y un reglamento que estipula las condiciones de acceso, consulta y reproducción, con énfasis en el uso de microlectoras y consulta en formatos digitales.
De cara al siglo XXI
Directamente vinculado con los fondos, desde hace dos décadas funciona el Servicio de Prensa Mexicana (Serpremex), cuya misión es sistematizar la información diaria.
Para sortear los retos de la preservación y ofrecer los servicios de consulta y reprografía de materiales reservados, así como favorecer la consulta remota fuera de la capital, se impulsó la creación de la Hemeroteca Nacional Digital de México, que tiene su dirección electrónica en www.hndm.unam.mx
El servicio de consulta presencial se ofrece en la mayoría de las salas, de lunes a viernes de nueve de la mañana a ocho de la noche. Se da acceso a mayores de 16 años o, en su caso, a quienes presenten credencial de bachillerato. La información del acervo está disponible en la página http://hnm.unam.mx/